La Cirugía Craneofacial y fisuras
La Cirugía Craneofacial es el tratamiento quirúrgico de todas aquellas deformidades que afectan a la cabeza y a la cara, ya sean de causa congénita o de causa adquirida
La Cirugía Craneofacial ¿qué es?
Se puede definir la Cirugía Craneofacial como el tratamiento quirúrgico de todas aquellas deformidades que afectan a la cabeza y a la cara, ya sean de causa congénita o de causa adquirida. En el manejo quirúrgico de las deformidades craneofaciales el tipo de intervención quirúrgica va a estar fundamentalmente dependiendo del tipo y la gravedad de deformidad que en ese momento tenga el paciente y de su estado en el momento de la intervención.
Los Síndromes Englobados en ésta área ¿en qué consisten?
La Cirugía Craneofacial está indicada en el tratamiento quirúrgico de las malformaciones congénitas que afectan a la forma de la cabeza y de la cara, tales como el Síndrome de Ticher Collins, Síndrome de Apert, Enfermedad de Crouzon, Craneosinostosis, Hipertelorismo o el aumento de la distancia entre ambas órbitas.
En el manejo de aquellas secuelas traumáticas u oncológicas que afectan a la forma de la cabeza y de la cara y que requieran un abordaje combinado craneofacial para su manejo. El tratamiento de ciertos tumores localizados, por ejemplo, en la base del cráneo que requieran un abordaje transfacial o combinado con un abordaje craneal y facial. El tratamiento de la fisura de paladar y del Labio Leporino. Y el tratamiento de las secuelas, generalmente de origen traumático, como por ejemplo la ausencia de huesos en la cabeza que requieran una reconstrucción quirúrgica completa para restablecer la forma y la función.
Tratamiento y cómo desarrollarlo la operación
Las diferentes técnicas quirúrgicas utilizadas en Cirugía Craneofacial dependen del tipo de patología que se va a manejar. Todas ellas son tratamientos complejos que requieren un manejo multidisciplinar en el que se está involucrando varios especialistas, como los neurocirujanos, los cirujanos maxilofaciales o los cirujanos plásticos.
Se realiza un estudio pre-quirúrgico mediante pruebas de imagen y modelos estereolitográficos que nos reproducen de una forma artificial la patología craneofacial del paciente, que se va a realizar antes de llevarlo a la mesa de operaciones. La intervención se realiza siempre bajo anestesia general y normalmente en los dos primeros años de edad en el caso de las patologías malformativas que afecten a los niños.
Los tratamientos consistirán, generalmente, en reconstruir la deformidad que se ha creado, en el caso del cráneo reconstruyendo otra vez la forma de los huesos craneales, o en el caso de la cara reconstruyendo nuevamente la forma de la cara para restituir tanto la estética como la función. En el caso del tratamiento de la fisura de labio y de paladar, el tratamiento se realiza en el primer año de edad. El Labio Leporino, o fisura de labio, generalmente se trata en los primeros meses de vida, entre las seis semanas o los nueve meses, y la fisura de paladar aproximadamente en el primer año de edad.
Cuidados a seguir
Tras la intervención quirúrgica los pacientes pasan a la unidad de cuidados intensivos donde van a recibir todos los cuidados necesarios, tanto de enfermería como médicos, hasta su pase a planta, mejorando así su recuperación y evitando las complicaciones que puedan surgir tras la intervención.
Una vez dado de alta, la mayor parte de estos pacientes, se realiza un seguimiento que puede durar desde unos meses hasta unos años, en el que durante ese periodo pueden recibir otras intervenciones secundarias para mejorar tanto su estética como su función, con el fin de evitar las posibles complicaciones derivadas de la patología tratada inicialmente o de la técnica quirúrgica empleada.
A los familiares siempre se les da unas pautas de cuidados en casa, como puede ser el cuidado de las heridas, los tipos de pautas de alimentación que deben de seguir estos pacientes, sobre todo en el caso de las fisuras de labio y de paladar, y las revisiones periódicas que se van realizando por parte de todo el equipo multidisciplinar que le ha intervenido, ya sea el cirujano maxilofacial o el neurocirujano.
Siempre teniendo en cuenta que estos tratamientos duran años en ocasiones y, generalmente, hasta la edad adulta consiguiendo con ello que el paciente esté lo más satisfecho posible con el resultado, tanto estético como funcional obtenido.