La Blefaroplastia, una intervención para recuperar la juventud en la mirada
La mirada se convierte en un reflejo inconfundible tanto de juventud como de vejez en hombres y mujeres. Los párpados caídos y las patas de gallo son unas de las imperfecciones faciales más comunes entre los pacientes que llegan a la consulta de cirujanos estéticos
Procedimiento de la Blefaroplastia
La cirugía consiste en la extracción de grasa, exceso de piel y tejidos situados en los párpados superiores e inferiores. Algunos cirujanos combinan la Blefaroplastia con la Lipoescultura facial, mediante la cual se rellenan -con la grasa extraída y purificada del propio paciente- surcos y zonas de piel hundida o de aspecto huesudo. Gracias a esta intervención, las famosas patas de gallo también quedan muy atenuadas y los pacientes ven su mirada rejuvenecida.
Resultados de la Blefaroplastia
Los párpados son la parte del cuerpo que cicatriza con mayor rapidez, por ello los resultados de esta operación no tardan en apreciarse. En tan solo dos semanas, los efectos son muy visibles y la zona queda prácticamente cicatrizada. Y pasados tres meses de la intervención, la mirada queda rejuvenecida.
Tratamientos para mantener los resultados de la Blefaroplastia
Existen diferentes técnicas de medicina estética antienvejecimiento que también están destinadas a rejuvenecer el aspecto y que no precisan de hospitalización. En el caso del área de los ojos, destacan por ejemplo las microinyecciones de Plasma Rico en Plaquetas con factores de crecimiento. En esta terapia se trabaja con sangre centrifugada del propio paciente, de la cual se extraen elementos que regeneran la piel y ayudan a formar un nuevo colágeno natural, mejorando la luminosidad cutánea y rejuvenecimiendo la piel que rodea nuestra mirada.
Paralelamente, la Radiofrecuencia o Diatermia, es una aparatología que, de manera no invasiva, calienta y energiza las diferentes capas de la piel. El efecto de tensión en ésta, y en consecuencia también la disminución de las arrugas, se aprecia según avanzan las sesiones. De este modo, hacemos que perdure se aspecto “descansado” de la cara que se obtuvo al llevar a cabo la cirugía de párpados.
Otra solución para recuperar físicamente la edad real de la mirada es la mesoterapia. Ésta se basa en microinyecciones de vitaminas que destruyen grasas y toxinas de la dermis. Un paciente que se haya operado de blefaroplastia puede necesitar posteriormente este aporte extra de vitaminas y aminoácidos para mejorar la circulación sanguínea alrededor del área intervenida y que la piel quede así más hidratada y firme.
Por último, existe también la Carboxiterapia como tratamiento gradual posterior a la blefaroplastia. Sus efectos internos son, entre otros, favorecer la microcirculación sanguínea y linfática -es decir, se incrementa tanto el transporte de nutrientes hacia los tejidos como la eliminación de sustancias de desecho celular-. El resultado es una piel renovada porque se consigue reducir las líneas de expresión propias que rodean los ojos.