La atención al paciente en cirugía estética: antes, durante y después de la intervención
En cirugía plástica, estética y reparadora existe un compromiso de confianza entre médico y paciente, este tipo de operaciones no están sólo relacionadas con la salud y la belleza, sino con el estado mental
En cirugía plástica, estética y reparadora existe un compromiso de confianza entre médico y paciente, desde la primera consulta, en el preoperatorio, en el quirófano, y en el postoperatorio. Este tipo de operaciones no están sólo relacionadas con la salud y la belleza, sino con el estado mental. Por ejemplo, cuando la persona tiene un gran complejo o trauma, es importante que se sienta cuidada y quede contenta con el resultado, para que dicho cambio desencadene un efecto psicológico positivo.
El paciente ha de comunicarse con el cirujano de la forma más sincera posible, y expresarle lo que quiere conseguir y las razones que le han llevado a decidirse a mejorar su físico. Es importante confiar en el especialista, para que la persona asuma el proceso con tranquilidad y sin inseguridades. En este punto es esencial que el profesional cuente con la experiencia y cualificación necesarias, y sepa comprender su problema. Ha de resolver sus dudas, informarle de los detalles de la intervención, de los posibles riesgos, de los cuidados posteriores, incluso puede que no acepte llevar a cabo su petición (o le recomiende otra) si la elegida por usted puede perjudicar su salud o no es ética, o simplemente no es necesaria en su caso.
La finalidad es la mejora del aspecto, pero también la recuperación de la autoestima posiblemente perdida. De ahí el tacto, la sensibilidad, el ‘feedback’ que ha de primar en la relación por ambas partes. La atención médica al paciente de cirugía estética ha de tener un nivel de excelencia, y por tanto también el hospital ha de cumplir con todas las garantías y contar con servicios suficientes para afrontar cualquier imprevisto.
Finalizado el tiempo quirúrgico, el profesional le dará el alta cuando compruebe que todo está correcto, y le recomendará una serie de precauciones para cuando llegue a casa. También le informará de los síntomas que tendrá por los efectos propios de la operación: hinchazón, edemas, Cicatrices. En el plano mental, en muchas ocasiones los pacientes intervenidos ya se sentirán satisfechos desde ese instante, pero en otras ocasiones habrá que esperar un tiempo para que vayan fijándose los resultados. Es necesario tener paciencia, ya que cada persona tiene su propio ritmo de recuperación. De ello también le ha de informar su cirujano.
Toda cirugía, sobre todo las de gran calibre, conllevan un postoperatorio donde tendrá que acudir a revisiones periódicas durante meses con el experto que le intervino. Y la complicidad debe seguir estando presente, así como una óptima atención médica. En su domicilio necesitará reposo y se sentirá algo débil al principio, pero su cirujano siempre está ahí para lo que necesite, atenderá sus visitas y curaciones.