La ansiedad puede estar relacionada con conductas “evitativas”

La ansiedad puede estar relacionada con conductas “evitativas”

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Escrito por: La redacción de Top Doctors Fuentes: Top Doctors CO
Editado por: TOP DOCTORS® el 29/03/2023

La Ansiedad es un estado emocional, una reacción adaptativa y universal. Aparece ante situaciones que representan una amenaza, o bien que son percibidas como tal, la persona que la sufre

ansiedad

 

Esta reacción genera una estimulación del sistema nervioso dando lugar a una respuesta vivencial, fisiológica, conductual y cognitiva, caracterizada por un estado generalizado de alerta y atención. Aunque estas reacciones de Ansiedad son normales, en algunas personas este estado de activación es tan intenso que puede ser desadaptativo; es decir, dificulte o impide el normal funcionamiento en el día a día.

 

Tipos de Ansiedad

 

La Ansiedad patológica puede clasificarse en diferentes cuadros clínicos: Ansiedad Generalizada, Crisis de Angustia, Fobia Social o Fobia Simple. Esta clasificación se realiza en función de las distintas maneras de presentarse. Cada tipo de Ansiedad presenta unos síntomas determinados, aunque casi todos presentan un miedo excesivo y un temor irracional que aparece de forma desproporcionada ante pequeños estímulos o, incluso, de forma espontánea. La Ansiedad puede, además, aparecer en el contexto de otros cuadros clínicos como por ejemplo el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o en la Psicosis.

 

¿Cómo tratar la Ansiedad?

 

Para poder tratar la Ansiedad es necesario primero realizar un correcto diagnóstico clínico, ya que el tratamiento es distinto en función del cuadro que presente el paciente. Por ejemplo, algunos cuadros como la Fobia Social o las Fobias Simples pueden ser tratados con Psicoterapia.

 

Las técnicas cognitivas conductuales son, dentro de la Psicoterapia, las que han demostrado una mayor eficacia. En general, el objetivo de este tipo de técnicas es que, a través de la exposición de forma controlada y progresiva, a aquellas situaciones que generan Ansiedad, esta vaya remitiendo. Otro tipo de trastornos, como el Trastorno por Crisis de Angustia, puede beneficiarse de abordajes psicofarmacológicos. En estos casos se suele emplear una combinación de antidepresivos y ansiolíticos.

 

Al margen del diagnóstico y del tratamiento que debe recibir el paciente, es importante que éste reconozca lo que está sucediendo y que, además, sea capaz de atribuir sus síntomas y conductas a un problema relacionado con la Ansiedad. Por ejemplo, en el caso de las Crisis de Pánico, la Ansiedad es tan intensa que se manifiesta con multitud de síntomas somáticos (Taquicardia, dificultad para respirar, presión en el pecho, sudoración, temblor, sensación de Mareo o Tensión Muscular).

 

Es frecuente que el paciente que presenta un problema relacionado con la Ansiedad tenga tendencia a evitar determinadas situaciones que vincula con esta, como por ejemplo lugares en los que hay mucha gente o el coche, entre otros. Es necesario impedir que estas conductas “evitativas” acaben suponiendo un problema o limitación en la vida del paciente, por ello se han de identificar como una consecuencia conductual de la Ansiedad, hacerles frente y afrontarlas.

 

La gravedad de un Trastorno de Ansiedad está, en muchas ocasiones, más relacionado con conductas “evitativas” y su repercusión funcional en la vida cotidiana que con los propios síntomas del trastorno.

 

El sentido común debe imperar en el manejo de los problemas y, antes de plantearse cualquier tipo de intervención psicológica o farmacológica, deben ponerse en práctica una serie de estrategias relacionadas con los hábitos de vida saludables. Por ejemplo, unos horarios estructurados, medidas de higiene del sueño, ejercicio regular, evitar bebidas estimulantes y el alcohol, disponer de tiempo para el ocio, los familiares y los amigos.

 

 

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