La Ansiedad: Cuando el motor normal se descontrola
La Ansiedad es una reacción normal ante las situaciones cotidianas. Cuando nos enfrentamos a tareas laborales, exámenes, chequeos médicos o cualquier situación nueva, una dosis de Ansiedad nos prepara y motiva… sin embargo, puede convertirse en un trastorno que genera malestar.
La Ansiedad normal nos ayuda a prevenir situaciones, pero cuando se transforma en una alarma persistente, se convierte en un trastorno que se manifiesta en diferentes áreas, como el pensamiento, la fisiología y la conducta.
La Ansiedad puede ser debilitante y atacar la mente con temores, preocupación, inquietud y dificultades para actuar. La parálisis mental provocada por este trastorno puede llevar a situaciones vergonzosas, como olvidar lo que se iba a decir en público.
Mientras tanto, los síntomas físicos incluyen taquicardia, dificultad para respirar, dolor abdominal, entre otros.
La intensidad de la Ansiedad afecta a la amígdala en el cerebro, que regula las respuestas de lucha o huida. Las respuestas de lucha implican pensamientos intensos sobre peligro, mientras que las respuestas de huida pueden llevar al desmayo o la parálisis.
Manejo de la Ansiedad
Desde el punto de vista del pensamiento, es importante vivir en el presente y evitar anticiparse a problemas. A nivel fisiológico, es útil entender que la ansiedad es temporal y pasajera. La parte motora se puede calmar mediante técnicas de concentración, respiración o meditación. Mantener un estilo de vida saludable también es esencial.
Cuando la Ansiedad afecta la vida cotidiana, buscar ayuda profesional es crucial. Los psicoterapeutas pueden ayudar a procesar emociones y reorganizar pensamientos. En algunos casos, los medicamentos son necesarios y pueden administrarse de manera segura por especialistas en Psiquiatría.
La Ansiedad es una experiencia humana común, pero cuando se descontrola, puede ser debilitante. Buscar ayuda adecuada es un paso valiente hacia la recuperación.