Insomnio, mucho más que un problema de calidad de vida
El Insomnio afecta de manera permanente al 8-12% de la población adulta en los países occidentales
Puede manifestarse, bien en forma de dificultades persistentes para conciliar el sueño, como despertares múltiples a lo largo de la noche, o como despertar precoz y definitivo de madrugada. Su presencia, aparte de producir un deterioro de la calidad de vida (con síntomas diurnos como la sensación de cansancio, dificultades de concentración y de atención con disminución de la capacidad de rendimiento, irritabilidad, etc.), puede incrementar el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, de obesidad, diabetes y de algunos problemas neurológicos.
No es conveniente tratar el insomnio con fármacos más allá de unas pocas semanas. Su utilización a largo plazo no es inocua y puede llevar a una pérdida de eficacia (con dependencia) y a otros problemas neurológicos tales como las alteraciones de memoria.
Por ello es fundamental que cualquier tratamiento se centre en las causas del Insomnio: detrás de un problema de Insomnio puede haber tanto problemas médicos (respiratorios, neurológicos, etc.) como psiquiátricos. En otras ocasiones el problema reside en el funcionamiento anómalo del reloj biológico que controla el sueño. Pero en otros casos el paciente simplemente es incapaz de desactivar el stress diario y permanece en vela por la noche. Todas estas posibles causas deben de ser estudiadas meticulosamente mediante estudios específicos en un centro de sueño. Es esencial que solamente si hacemos un buen diagnóstico podemos seleccionar adecuadamente el tipo de tratamiento. Para ello es necesario el trabajo en equipo de neurólogos, neumólogos, psiquiatras, psicólogos y fisioterapeutas.
Dependiendo de la causa que produzca el Insomnio, este será tratable. Pero además puede ser curable: Con mucha frecuencia resulta necesario volver a enseñar al paciente a dormir, a gestionar mejor el Estrés y aprender a desconectar. Este programa de entrenamiento está considerado internacionalmente como el tratamiento de elección para el Insomnio primario y permite volver a dormir sin necesidad de tomar ningún tipo de medicación en un plazo de 6 a 10 semanas.
En cualquier caso, debemos prestar atención a los problemas del sueño, sobre todo si éstos son persistentes, ya que pueden condicionar nuestra salud futura.