Innovación en el tratamiento de la Hernia Discal con la “triple terapia”
Más del 80% de las hernias de disco se localizan en la columna lumbar. Son más frecuentes en las personas de 30 a 50 años de edad. Entre estas edades, el anillo fibroso se debilita. El interior gelatinoso (núcleo pulposo) sometido a alta presión, puede deslizarse a través de un desgarro o de una zona debilitada en el anillo
Se estima que un 80% de la población está afectado por dolencias de espalda debido a malas posturas, trabajos de esfuerzo o lesiones. En un 20% de los casos, estas afecciones derivan en Hernia Discal. Esta patología es frecuente en jóvenes o personas de edad media, y se produce por la salida de parte del núcleo del disco intravertebral hacia atrás, irritando y comprimiendo una de las raíces nerviosas que conducen la fuerza y la sensibilidad al miembro y a la zona vertebral.
Desde la Unidad de Cirugía Mínimamente Invasiva consideramos fundamental complementar distintos métodos para el tratamiento de la Hernia Discal, como la terapia Orthokine, la Ozonoterapia, la Nucleopastia o la Microdisectomía Asistida por Coblación (CAM), como técnicas alternativas a la cirugía microscópica clásica.
La innovadora terapia Orthokine permite un tratamiento natural y no agresivo de la Osteartritis con la aplicación de las proteínas protectoras Interleukina- 1 (IL-1 Ra). Dicha proteína se extrae de la propia sangre del paciente, y, combinándola con otros componentes, se obtiene el suero condicionado Orthokine, que tiene un efecto antiinflamatorio, de reducción del dolor y protector del cartílago. El suero Orthokine ayuda a la ralentización del proceso continuo de destrucción del cartílago de nuestras articulaciones y de la columna. Las proteínas mensajeras, como la IL-1, informan a las células de que hay una lesión o una infección que pueden convertirse en crónicas, como en el caso de la osteoartritis y del dolor crónico de espalda.
Respecto a la Ozonoterapia, el ozono medicinal se inyecta en el disco herniado, actuando en la raíz nerviosa y en el núcleo pulposo del disco, sobre el que provoca una acción deshidratante, reduciendo su volumen. Además, el ozono produce en el ganglio y en la raíz nerviosa una serie de reacciones bioquímicas de forma inmediata. Estas neutralizan la formación excesiva de radicales ácidos que intervienen en la producción de inflamación y dolor. Esta técnica se aplica bajo anestesia local, sedación controlada por el anestesista y con control de RX. Se aconseja a pacientes de cualquier edad que no desean o no pueden someterse al riesgo quirúrgico.
Actualmente, los expertos consideran esta técnica como la del futuro por los mínimos riesgos y las ventajas que ofrece, al darse de alta al paciente en las primeras 24 horas tras la intervención. Además, ofrece un 80% de éxito de los dolores de espalda provocados por la Hernia Discal.