Hipertensión, una alimentación adecuada

Hipertensión, una alimentación adecuada

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Escrito por: La redacción de Top Doctors Fuentes: Top Doctors CO
Editado por: TOP DOCTORS® el 05/03/2023

La Hipertensión Arterial es una afección que afecta aproximadamente 1280 millones de personas en el mundo. Una de las primeras recomendaciones para esta enfermedad es llevar una alimentación adecuada

 

 

La Hipertensión (HTA) consiste en una elevación de la tensión arterial de manera sostenida. Valores por debajo de los 120/80 mm Hg se consideran normales para la presión sanguínea, en cambio, cuando está por encima de 40/90 se considera Hipertensión. Por su parte, los valores de tensión que van de 130-139/80-89 mm Hg se consideran prehipertensión, que nos hacen más susceptibles a padecer HTA.

 

En cualquiera de los casos, tanto si estás en la fase de Prehipertensión como en Hipertensión, debes vigilar tu alimentación y tu peso para evitar que los valores sigan aumentando o que se mantengan, pudiendo resultar peligrosos para tu salud.

 

Recomendaciones nutricionales

 

En primer lugar hay que centrarse en reducir el Sobrepeso y la Obesidad. El exceso de peso es ya de por si un problema para la salud, pero si padeces Hipertensión debes tener en cuenta que el control del peso es fundamental para evitar riesgos.

 

También es aconsejable reducir el consumo excesivo de alcohol. Aunque muchos Especialistas aseguran que una copa de vino o cerveza tienen beneficios cardiovasculares, pasar de esta cantidad puede resultar peligroso si se padece Hipertensión.

 

Un punto clave es alimentarse de forma adecuada. El primer paso es abandonar la ingesta de sal, ya que aunque el sodio es necesario para el funcionamiento de los músculos y nervios, los alimentos que consumimos satisfacen esa necesidad. En cambio, pasar de estos niveles es peligroso, ya que el sodio es también el encargado de regular la tensión arterial.

 

Pero aparte de configurar una dieta baja en sal, deberemos llevar a cabo una dieta cardiosaludable. Para ello se recomienda llevar a cabo una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y baja en grasas saturadas. Es decir:

 

  • Evita los embutidos, los lácteos enteros y las carnes grasas
  • Consume pescado de 3-4 veces a la semana como mínimo
  • Escoge aceite vegetales, preferentemente aceite de oliva
  • Modera tu consumo de grasas escogiendo cocciones como hervido, a la plancha, parrilla, papillote, etc. y evitando o moderando los fritos y los rebozados

 

Este tipo de dieta, además de ser cardioprotectora, por el consumo de verduras o frutas, aumenta el efecto diurético de una dieta baja en sal, lo que favorecerá igualmente una disminución de la presión arterial.

Cardiología