Hilos Tensores, lo último en Rejuvenecimiento Facial
Los Hilos Tensores son una técnica de Rejuvenecimiento Facial que estimula los tejidos internos para reafirmar y corregir la flacidez de la piel
Los Hilos Tensores son una nueva técnica de Rejuvenecimiento Facial que ha revolucionado la Medicina Estética, como en su día fue el láser o la Toxina Botulínica. Los Hilos Mágicos, como también se los conoce, son los más populares y están hechos de Polidioxanona (PDO) un material bio-reabsorbible que se ha utilizado hasta ahora en Cirugía Cardíaca para suturar el corazón.
Estos Hilos Tensores se pueden poner por todo el cuerpo para reafirmar la flacidez de los muslos, el abdomen o los brazos, pero sobre todo se emplean para corregir la flacidez y el envejecimiento facial y cuello, incluso en los casos más avanzados. Corrigen surcos nasogenianos (líneas de marioneta), arrugas radiales peribucales (código de barras), contornos de ojos, arco mandibular, papada, cuello y escote.
Tipos de Hilos Tensores
Hay muchos tipos de hilos y cada uno de ellos tiene una indicación concreta. Lo ideal es combinarlos según las necesidades del paciente, buscando siempre un resultado natural. Según la duración se pueden dividir en dos tipos:
1.- Los Definitivos o Permanentes: Requieren una pequeña intervención quirúrgica de forma ambulatoria y son definitivos debido a que no desaparecen con el tiempo
2.- Los Transitorios o Bio-reabsorbibles, que podemos dividir a su vez en:
- Monofilamentos: formados por un único hilo que se introducen por completo en la piel. A su alrededor se formará un tejido de fibrosis y colágeno que actuará a modo de columna para aumentar la firmeza en la zona tratada.
- Multifilamentos: estos a su vez puede ser en forma de espiral, dentados o multidentados y con conos. Estos hilos también se introducen en la piel pero pueden dejar fuera un extremo para poder tirar de ellos y tensar la piel. Corrigen la flacidez y las arrugas faciales.
Tratamiento y post tratamiento de los Hilos Tensores
El tratamiento es rápido e indoloro. Los hilos tensores se pueden colocar en una única sesión que suele durar entre 20 y 40 minutos, dependiendo de las zonas a tratar.
La paciente sólo sentirá unos pequeños pinchazos que no causan dolor. Sólo cuando es necesario estirar la piel, se aplica un poco de anestesia local en la zona. Además, no dejan prácticamente marcas. Tan solo en el 10% de los pacientes puede aparecer un leve hematoma que desaparece en pocos días.
El paciente puede reincorporarse a la vida laboral y social normal al salir de la consulta pero durante tres semanas no puede realizar ningún tratamiento facial y al lavar o aplicar las cremas habituales debe hacerlo siempre en dirección hacia arriba. Los efectos de los hilos tensores pueden llegar a durar más de un año pero se recomienda revisarlo a los doce meses por si fuera necesario hacer una nueva sesión.