Hernia Discal: conoce todo sobre este padecimiento
Una Hernia Discal es una afección que ocurre cuando parte del material gelatinoso interno de un disco intervertebral se desplaza y presiona un nervio.
Pruebas para valorar una Hernia Discal
Generalmente, para valorar el tema de una hernia discal, el médico inicialmente ordena una radiografía simple. En esta radiografía se puede observar el hueso y los espacios interarticulares. Para confirmar el diagnóstico, se utiliza una Resonancia Magnética Nuclear, que es uno de los exámenes más comunes. También se puede usar la Tomografía, que muestra el sitio exacto de la lesión.
Algunos médicos consideran prudente pedir una Densitometría Ósea para determinar la calidad del hueso, especialmente en casos de Osteopenia u Osteoporosis, que pueden ser factores que incidan en la valoración del especialista.
Factores que contribuyen a las Hernias Discales
Las Hernias Discales suelen estar relacionadas con el levantamiento de cargas excesivas o repetitivas. El Sobrepeso, e incluso la Obesidad, son factores que pueden afectar el desarrollo de hernias discales. Además, las posturas prolongadas, como las que adoptan las personas que pasan mucho tiempo en escritorio o en ciertas posiciones durante el trabajo, también contribuyen. La vida sedentaria y el Tabaquismo son otros factores que pueden producir Hernias Discales. Por eso, es común que el médico pregunte si el paciente es o ha sido fumador.
Síntomas de una Hernia Discal
El síntoma más común de una Hernia Discal es el dolor, generalmente en la zona lumbar. Este dolor puede irradiarse por el muslo, la región posterior, e incluso a veces por la pierna y el pie, especialmente en pacientes con Radiculopatía o Ciática. Algunos pacientes también experimentan adormecimiento o hormigueo en la pierna o el pie.
En casos más graves, se puede presentar debilidad muscular, lo cual requiere consulta médica inmediata. Aunque no es común, Hernias muy grandes pueden afectar los esfínteres y el control de estos.
Tratamiento conservador
Cuando un paciente presenta estos síntomas, lo recomendable es consultar con un médico, preferiblemente un Ortopedista. El tratamiento inicial suele ser conservador, utilizando medicamentos y, en algunos casos, reposo, aunque este no debe durar más de tres días. Además, la Fisioterapia es la primera opción para manejar el dolor.
En Fisioterapia, se trabajan ejercicios terapéuticos, higiene postural y mecánica corporal. Si el tratamiento conservador no mejora la condición del paciente después de tres a seis meses, entonces se considera la posibilidad de una Cirugía de Columna.
Cirugía de Columna
La Cirugía de Columna se considera cuando el paciente presenta signos neurológicos, como pérdida de movilidad o fuerza, irradiación a los miembros inferiores, adormecimiento o dolor que no mejora con la Fisioterapia o medicamentos. En estos casos, el médico especialista evalúa si el paciente es candidato para la cirugía.
Prevención y recomendaciones
Es fundamental que los pacientes fortalezcan la musculatura de la espalda, tanto en su parte anterior como posterior, ya que la debilidad en estos músculos es una de las causas principales de las Hernias Discales. Mantener una buena mecánica corporal y una higiene postural adecuada es clave en la prevención. Otra recomendación importante es mantener un peso saludable acorde con la estatura, ya que el Sobrepeso aumenta la probabilidad de desarrollar una Hernia Discal.
Especialista en Hernias Discales
La mejor recomendación para los pacientes es siempre intentar primero el tratamiento conservador. Esto incluye mejorar los hábitos posturales, realizar ejercicio físico para fortalecer la musculatura, evitar el Tabaquismo, no levantar cargas pesadas y mantener una buena mecánica corporal.
La cirugía debe considerarla el Ortopedista o Fisioterapeuta como la última opción, ya que, aunque puede reducir los síntomas, no siempre garantiza un 100% de efectividad, y siempre existe un riesgo residual. Por eso, el tratamiento conservador es el enfoque inicial recomendado antes de optar por una cirugía.