Hemorroides internas y externas
Cuando el tejido hemorroidal se hipertrofia, prolapsa externamente y produce una sintomatología más o menos severa, es cuando recibe el nombre de Hemorroides
El tejido hemorroidal es un componente normal de la anatomía humana. Se trata de un engrosamiento de la submucosa del canal anal (parte final del recto) que contiene una combinación de vasos venosos y arteriales, musculatura lisa y tejido de sostén que actúa a modo de almohadilla y que contribuye a un cierre más efectivo del ano.
Tipos de Hemorroides
Por un lado se encuentran las Hemorroides externas que son visibles alrededor del ano y están recubiertas de piel. Por otro lado, las Hemorroides internas no son visibles al estar situadas por encima del ano, en el interior del recto y están recubiertas de mucosa.
Las Hemorroides se convierten en un problema de salud cuando dan síntomas al paciente. El más común e inicial es el sangrado pero posteriormente pueden evolucionar y provocar dolor, picor, manchado de ropa interior o Trombosis.
Las hemorroides internas se clasifican en 4 grados:
- Grado I: al defecar sólo existe sangrado
- Grado II: sobresalen al defecar pero se reintroducen espontáneamente al detener el esfuerzo defecatorio
- Grado III: sobresalen al defecar pero se deben reintroducir manualmente
- Grado IV: son irreductibles y siempre están prolapsadas
Hábitos recomendados
No existe un tratamiento único para las Hemorroides ni todos los pacientes deben someterse a una Cirugía de Hemorroides. Dependiendo del grado del padecimiento, existen diferentes opciones terapéuticas.
En los grados I, II y III se realiza un tratamiento no quirúrgico que consiste en seguir una o varias medidas a la vez. En primer lugar se deben tomar medidas dietéticas como ingerir una cantidad mínima de fibra, beber abundantes líquidos y suprimir alimentos con especias, picantes alcohol y café. Por otro lado es importante no estar más de 10 minutos en el lavabo y hacer baños de asiento con agua tibia-caliente (3 o 4 al día con una duración de unos 5 minutos).
Estas medidas se pueden completar con la aplicación de pomadas tópicas que sirven para reducir las molestias y la inflamación. Sin embargo, se debe tener en cuenta que este tipo de productos no curan, en ningún caso deben aplicarse de forma habitual ya que su uso continuado puede provocar Dermatitis Anal y atrofia cutánea.
En el caso de las hemorroides de menor grado (I y II) existen una serie de métodos no quirúrgicos que, realizados en diversas sesiones en la consulta médica, consiguen la reducción de las Hemorroides. Dichos métodos incluyen: inyección de sustancias esclerosantes o coagulación ya sea con infrarrojos o con láser no quirúrgico. Actualmente el método más utilizado es la ligadura con bandas elásticas.