Hábitos Saludables: un cambio que trae grandes beneficios
Los hábitos en general son cualquier acción o conducta que se hace con regularidad y que de alguna manera se ha aprendido bien sea en la infancia o en la adolescencia.
Muchas cosas pueden ser un hábito, en esta ocasión no es enfocaremos en cuatro hábitos importantes:
- El sueño
- La alimentación
- La hidratación
- El pensamiento
Estos cuatro hábitos tienen un impacto importante en nuestro día a día y en cómo manejamos nuestra vida.
Pilares de recuperación
Cuando un individuo tiene estos cuatro aspectos en un estado óptimo y que es muy específico al cuerpo de cada persona, entonces le permite a su mente y a su cuerpo tener una base sólida para afrontar esos momentos de estrés.
Por ejemplo, no es lo mismo si no se ha dormido y se tiene una situación retadora a que si yo he dormido la cantidad de horas necesarias para afrontar esto, entonces, tener estos cuatro pilares bien consolidados y aprender a usarlos a nuestro favor favorece la gestión del estrés y el cómo puedo incluso alcanzar las metas que me propongo o impactar otras áreas de mi vida.
Se sabe que impacto negativo puede haber el no tener cierto número de horas de descanso o la falta de ejercicio (el sedentarismo) comer con frecuencia alimentos procesados (grasas y ciertos tipos de alimentos).
La importancia de los pensamientos
Los pensamientos de manera física y emocional tienen un impacto importante en nuestra salud mental, este pensamiento tiene una gran relevancia en nuestra salud mental, en cómo nos sentimos con nosotros mismos y a poder identificar esos pensamientos que no son útiles y darle una forma distinta a esa voz realmente favorece nuestra salud mental.
Esto se conecta con las cosas que se quieren hacer, no solo en la salud mental, sino en las cosas que se quieren lograr, en los propósitos que se tiene, esa consecuencia que de pronto un poco pueda haber a partir de tener cierto tipo de pensamientos se puede ver impactada de manera positiva cuando cambiamos nuestros pensamientos y empezaría algo muy importante que es tener claridad de cuál es el hábito que quiero fomentar o que quiero cambiar y para qué quiero hacerlo.
Tener esa esa noción de qué es lo que quiero y para qué lo quiero permite que mis acciones sean coherentes con los deseos que quiero tener y sostener la intención que tengo de cambio a lo largo del tiempo y en momentos difíciles.
El peso del dolor
Aunque suene fuerte, el dolor es una de las razones por las que cambiamos, quizá la razón más poderosa por la que se hace un cambio, esto no quiere decir que se esté buscando el sufrimiento ni el dolor constantemente, sin embargo, esto ayuda a identificar qué es lo que me está molestando de lo que estoy haciendo para querer cambiarlo y modificarlo y esa identificación permite que yo pueda tomar unas acciones coherentes para cambiar el hábito y en fomentar esa nueva conducta que quiero tener.
El acompañamiento es vital
Es importante entender que los hábitos son modificables, no es necesario pensar que porque así soy así me quedo y así es como voy a ser para siempre, sino que realmente puedo ser de una manera distinta y que si la persona ve que es difícil poder cambiar sus hábitos que busquen el acompañamiento necesario para poder hacer el cambio.