¿Cómo afecta el Frenillo Lingual corto al paciente?
¿Qué es el Frenillo Lingual Corto?
El Frenillo Lingual se describe como la telita que queda debajo de la lengua y la cual se tensa al elevarla. Cuando es corto y limita la movilidad de la lengua, se denomina Anquiloglosia y corresponde a una malformación congénita que debe ser vista por un especialista en Otorrinolaringología.
La mayoría de los casos son esporádicos, aunque en algunas ocasiones hay una predisposición familiar y se presenta con mayor frecuencia en pacientes masculinos.
¿Cómo se detecta?
En etapas tempranas se sospecha si hay problemas con la succión, mientras que de forma tardía se detecta con la pronunciación de algunas palabras, principalmente con los sonidos de las letras T, N, D y L.
Adicionalmente, se debe sospechar de este padecimiento cuando el paciente limita la protrusión de la lengua y lo hace en forma de corazón. Posteriormente, con el examen físico realizado por un especialista, se identificará la limitación de la movilidad de la lengua, así como la longitud y localización del frenillo en relación con la punta de la misma. Es frecuente ver una partición central al sacar la lengua observándose la lengua en forma de corazón.
¿Qué dificultades traen al paciente?
Como ya se ha mencionado anteriormente, el Frenillo Lingual compromete las funciones de la lengua en el paciente y se trata de casos sintomáticos cuando se presentan las siguientes características:
- Alimentación. Lactancia materna
- Lenguaje. Articulación de palabras y la forma de pronunciación
- Limitación en los movimientos linguales. Lamer o tocar instrumentos de viento
Tratamiento con cirugía
El tratamiento es con cirugía, que debe ser realizada por un experto y se indica en casos donde se verifique el diagnóstico y se tenga una limitación de la función de la lengua. De acuerdo con la severidad de cada caso, puede ser un pequeño corte que se haga con anestesia local o un procedimiento más complejo que requiera hacerse bajo anestesia general dependiendo de la edad, dentición y colaboración del paciente.
El procedimiento es muy seguro, por lo general tiene muy poco riesgo de complicaciones como sangrado, infección, necesidad de reintervención o falla y se puede realizar desde cualquier edad si se trata de un caso sintomático.