Fecundación In Vitro y Microinyección Espermática
La Fecundación In Vitro (FIV) es uno de los tratamientos que ofrece mejores resultados en Reproducción Asistida y consiste en la inseminación de los óvulos en el laboratorio y el cultivo de los embriones hasta el momento de su transferencia al útero
Está indicada en los casos en los que hay una baja calidad seminal y en distintas patologías de la mujer como la Obstrucción Tubárica, la presencia de Endometriosis, defectos de ovulación…
Para obtener los óvulos, la mujer lleva un tratamiento de Estimulación Ovárica monitorizado por Ecografías y determinaciones hormonales y cuando está lista se aspiran los folículos bajo sedación controlada en todo momento por el Anestesiólogo.
La aspiración se realiza en el quirófano y la duración es de aproximadamente 15-20 minutos, tras la cual la paciente permanece en la habitación un par de horas bajo el cuidado de enfermeras.
El varón recoge la muestra de semen, que se prepara en el laboratorio de embriología con la que se inseminan los ovocitos que se encuentran en unas placas de cultivo en el interior de los incubadores.
Cuando las condiciones de la muestra de semen no permiten la realización de una inseminación convencional, se realiza una Microinyección Espermática (ICSI), que consiste en la selección de cada espermatozoide de forma individual, y con ayuda de un microscopio micromanipulador se inyecta dentro de cada uno de los ovocitos maduros.
Tras varios días de cultivo, durante los cuales las embriólogas permanecen en contacto con los pacientes para mantenerles informados de la evolución de los embriones, se selecciona uno o dos, para su transferencia al útero. La transferencia también se realiza en quirófano, pero es indolora y no precisa de sedación. Se realiza con control Ecográfico para visualizar el depósito de los embriones en el sitio adecuado.
La paciente reposa durante 15 minutos durante los cuales puede optar a recibir un masaje relajante por un Fisioterapeuta, ya que está demostrado que la relajación aporta un bienestar beneficioso tanto para la paciente como para la evolución del tratamiento. En el caso de que haya embriones sobrantes que no se transfieran y que sean viables, se vitrificarán y se guardarán congelados para utilizarlos en un futuro.
Algunos laboratorios disponen de unos incubadores especiales que, a diferencia de los convencionales, trabajan con bajas concentraciones de oxígeno consiguiendo reproducir las condiciones del tracto genital femenino, lo que favorece el desarrollo de los embriones a estadios más avanzados.
De igual forma, los embriones congelados se mantienen en unos bancos de nitrógeno líquido de última generación que tienen una monitorización de todos sus parámetros durante 24 horas, garantizando unas condiciones perfectas durante todo el tiempo que se encuentran congelados.
Como en cualquier tratamiento de Reproducción Asistida, los pacientes son valorados individualmente, y tras explicarles el proceso, se firman los consentimientos informados y se realizan las serologías pertinentes como indica la Ley sobre Técnicas de Reproducción Asistida.