Escleroterapia: Tratamiento de várices y telangiectasias
La Escleroterapia es ampliamente usada alrededor del mundo para tratar várices y telangiectasias y no solo las que se encuentran en las piernas sino en otros lugares del cuerpo. Se trata de inyectar un medicamento en la venita a tratar (también a esta técnica se le conoce como Inyecciones Esclerosantes).
El medicamento puede estar en forma de líquido o de espuma (foam). A esta última también se le conoce como Escleroespuma. Algunas personas pre eren llamarla “Microespuma”. Se pretende que, al introducir el medicamento en el vaso a tratar, se produzca una fibrosis y posterior reabsorción del segmento venoso tratado. El flujo de sangre continuará normalmente por otras estructuras venosas que estén funcionando normalmente.
¿Cómo se realiza la Escleroterapia?
No necesita preparación previa, salvo el aseo corporal normal. Las inyecciones se realizan en el consultorio del médico, utilizando unas muy unas agujas desechables. Se lleva a cabo por sesiones. Las sesiones pueden repetirse en la misma semana o cada semana o cada dos o tres semanas.
En cada sesión se reparte una dosis del esclerosante, el número de inyecciones en cada consulta es variable. El número exacto de sesiones totales para un paciente es difícil de precisar y será la respuesta al tratamiento y otras condiciones anexas, lo que la determine. Mientras más experiencia va ganando un médico con el tratamiento, más difícil será de comprometerlo indicando un número exacto de sesiones, entre otras cosas porque las expectativas difieren de paciente a paciente.
¿Qué tan efectiva es la Escleroterapia?
En la inmensa mayoría de personas la Escleroterapia es exitosa, la respuesta favorable se va instaurando gradualmente. Algunas venitas se van muy rápido, en una o dos semanas, pero otras pueden tardar hasta 3 o 4 meses para resolverse. Hay que tener en cuenta que es un tratamiento que necesitará varias sesiones y eventualmente ir ajustando la concentración del esclerosante a medida que se observa la respuesta.
¿Por qué tengo que esperar que las venitas tratadas se resuelvan gradualmente, si he visto en internet y en propagandas de TV que las inyectan e inmediatamente desaparecen?
No hay tratamientos milagrosos ni curaciones con espray o pomadas maravillosas para las várices y vasitos. Todo esto hace parte de la publicidad engañosa que rodea a la enfermedad venosa. Cuando la luz del ambiente incide en la piel, una parte se absorbe y otra se devuelve al ojo de quien observa, dependiendo de las ondas que se reflejen uno observa las venitas o de color azul o rojo o púrpura, pero todas las venitas tienen lo mismo en su interior, es decir sangre.
Cuando el medicamento entra en la venita, inicialmente desplaza la sangre y ya no es visible. Pero no hay magia ni nada sobrenatural, la estructura venosa sigue en el mismo sitio solo que por algunos minutos no es visible porque además de estar ocupada por el medicamento hay algún grado de espasmo de la vena, pero gradualmente la sangre la ocupa nuevamente y vuelve a observarse. Obviamente ya se inicia el proceso de esclerosis y finalmente se eliminará la venita tratada, pero tiene una secuencia lógica de eventos y toma tiempo.
¿Quiénes no se pueden tratar?
Las embarazadas, las personas que en el momento presentan una enfermedad aguda, quienes estén con ebre, personas que necesiten guardar cama por algún otro proceso y otras condiciones que el médico evaluará, no iniciarán aún el tratamiento.
¿Qué efectos colaterales pueden presentarse?
Durante el tratamiento sentirá una leve molestia por la agujita. Cuando se usa espuma esclerosante, puede haber mareo o sensación transitoria de ver “lucecitas”. Ocasionalmente puede haber tos cuando se usan cantidades importantes de espuma.
En algunas personas puede haber sensación de prurito o una reacción local parecida a la urticaria que es totalmente transitoria. Con el paso de las horas se pueden observar equimosis o moretones que desaparecen gradualmente. En algunas ocasiones se observa enrojecimiento y la várice tratada puede tornarse dura y moderadamente dolorosa. Siga las instrucciones que se le indican y no falte a las citas.
Otras molestias que no son comunes, pero pueden presentarse son: Edema (hinchazón) de tobillo o pierna, (habrá que examinar bien para descartar una Trombosis Venosa), aparición de nuevos vasitos alrededor del sitio tratado, o aparición de alguna escara o pequeña ulceración en alguno de los sitios tratados. En algunas personas (las que tienen predisposición a manchar o los fototipos o tipos de piel más oscuritos que blancos), puede quedar una pequeña mancha que tomará meses para desvanecer. Mantenga el contacto con el médico y cumpla las citas.
¿Si presento alguna ulcerita o manchita o me salen algunas várices o vasitos en el futuro significa que es error médico?
Es indudable que, si hay errores en la técnica de la Escleroterapia, las complicaciones no se hacen esperar. Pero con la técnica más depurada y siguiendo todo el protocolo con minuciosidad, de todas formas, algunas personas pueden presentar algunos de los efectos secundarios.
Los únicos médicos que no tendrán nunca escaritas o pigmentación en sus pacientes de enfermedad venosa son aquellos que nunca hacen Escleroterapia. En vista que la enfermedad es crónica, de gran tendencia hereditaria y de mayor incidencia a más edad, pueden aparecer nuevas Várices y Telangiectasias en el futuro, las cuales se tratarán en su momento. Quien promete curar para siempre la enfermedad, no sabe de lo que está hablando o deliberadamente está mintiendo.
¿Tengo que guardar reposo después de cada sesión de Escleroterapia?
No, por el contrario, debe caminar normalmente inmediatamente después de cada sesión y seguir las actividades normales, si hay dolor se puede tomar una tableta de 500 mg de acetaminofén, no broncearse y evitar el sol en el sitio inyectado por unos pocos días, puede aplicarse hielo o hacerse duchas frías. Evite por una semana las duchas muy calientes o el sauna o el turco.