¿Eres cumplidor o incumplidor del tratamiento?
En general, los niveles más altos de cumplimiento se observan en los tratamientos que requieren medicación directamente supervisada y en los trastornos con un inicio agudo. Los más bajos, se encuentran en pacientes crónicos en los que no hay malestar o riesgo inmediato y en los que el tratamiento exige un cambio en su estilo de vida
El cumplimiento terapéutico, también llamado "adherencia" es un concepto amplio que se refiere al grado con que el paciente sigue el compromiso o pacto establecido con los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, etc.) que le atienden, en relación a los medicamentos que debe tomar, al seguimiento de una dieta o cambios en el estilo de vida en general.
¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento terapéutico?
1) En primer lugar y como consecuencia más importante, si ese medicamento estaba prescrito para conseguir unos objetivos, el no tomarlo o tomarlo mal haría que, lógicamente, no se consiguieran los objetivos para los cuales se había planteado el tratamiento, lo que produciría recaídas y mayor número de ingresos hospitalarios y, a la larga, muertes. Ante esa “aparente falta de respuesta” si los médicos y las enfermeras creen que el paciente toma sus medicamentos o hace la dieta adecuadamente, la actitud lógica sería aumentar las dosis del medicamento o añadir nuevos medicamentos, con esto lo único que se conseguiría es aumentar la complejidad del tratamiento y el riesgo de efectos secundarios
2) Malgasto de recursos, ya que el sistema sanitario (o el mismo paciente) está pagando unos medicamentos que en realidad no toma o que se toman de forma incorrecta
Consejos para mejorar la adherencia terapéutica
- Pedir al profesional de la salud que dé la máxima información posible sobre la enfermedad, o sobre cómo funciona el medicamento que ha recomendado. Esto nos ayudará a entender la importancia de tomar correctamente el tratamiento
- Pedir que simplifique nuestro tratamiento y que nos recete el mínimo número de fármacos que sea posible para que sea más fácil tomarlos correctamente
- No deberíamos irnos de la consulta hasta tener claros los siguientes puntos: ¿qué medicamentos debo tomar?, ¿para qué?, ¿cuándo los debo tomar?, ¿de qué manera?, ¿hasta cuándo los debo tomar?
- A menudo, al hablar con conocidos, vecinos, amigos, familiares, etc. pueden surgir miedos o prejuicios contra algún medicamento que en ocasiones puede llevar a dejar de tomarlo. También puede ocurrir que tengamos la sensación de padecer algún efecto secundario a algún medicamento y que decidamos no tomarlo más. Debemos explicar todo esto con confianza a un profesional de la salud para acordar qué es mejor en cada caso
- Si nos es complicado comprender la medicación y los horarios podemos pedir a algún familiar o amigo que nos acompañe para que también le expliquen el tratamiento
- Si somos mayores, tomamos un elevado número de medicamentos y disponemos de poca ayuda en casa, podemos utilizar una herramienta denominada sistema personalizado de dosificación (SPD). Consiste en unos cartones semanales que preparan en la farmacia donde se depositan los distintos comprimidos, cápsulas, etc. en función de las horas y los días de la semana
- Si nos resulta difícil acordarnos de tomar los medicamentos, podemos utilizar alarmas, despertadores, notas recordatorias, o bien simplemente dejarlos en un lugar bien visible (cocina, mesita de noche)