Entendiendo la Rinoplastia
Una nariz bien operada, con adecuado soporte estructural y esquelético, armónica con los demás elementos del rostro, se verá bien desde el mismo momento de la cirugía
La Rinoplastia es la modificación de las estructuras nasales (huesos, cartílagos, ligamentos, piel y tejidos blandos) con el fin de obtener una mejor apariencia, más armónica con el resto de los componentes del rostro (ojos, mentón, frente, pómulos) y dentro de un marco facial determinado (forma del rostro: cuadrado, ovalado, triangular, redondo). En un gran porcentaje de casos de Rinoplastia deben ser modificados, en alguna medida, las estructuras internas nasales: septum o tabique, cornetes o válvulas nasales.
Es candidato a esta cirugía, todo aquel que considere que su nariz no es acorde con su rostro o que desea mejorar el aspecto y en muchos casos, la función nasal. Muchas personas consideran que el aspecto de su nariz afecta significativamente su Autoestima y consideran que tener una nariz más bonita o armónica les aumentará la confianza en sí mismos, como efectivamente ocurre.
Cabe mencionar que el principal criterio respecto a la edad es cuando ya el rostro haya alcanzado su madurez esquelética, es decir, cuando los huesos faciales puedan ser modificados y no vayan a crecer más, lo cual alteraría el resultado de una Rinoplastia. En términos generales, esto ocurre en mujeres cuando ya ha pasado más de un año desde su primera menstruación (menarca) y tienen ciclos regulares.
En hombres no existe un hecho fisiológico tan fácil de determinar como en las mujeres, pero alrededor de los 20 años suele ser un buen momento, siempre y cuando no haya incrementado su talla o altura en el último año. En todo caso, si existen dudas respecto al crecimiento en el momento de la consulta, puede realizarse un estudio radiológico de la mano (carpograma) para determinar la madurez esquelética y ayudar a tomar esta decisión.
La Rinoplastia como tal no tiene límite de edad, un paciente mayor puede ser operado de Rinoplastia bien sea por razones estéticas o funcionales, siempre y cuando no presente enfermedades o condiciones que generen un riesgo quirúrgico o anestésico inaceptable. En este grupo de pacientes deben considerarse algunos aspectos específicos como son la capacidad de contracción de la piel y la cantidad de cartílago disponible en caso de ser necesario para la cirugía.
Telemedicina y Rinoplastia
Si bien es cierto que la telemedicina ha cambiado completamente la práctica médica por razones conocidas, y que las redes sociales y la disponibilidad de cámaras remotas han facilitado el acercamiento entre médicos y pacientes, la valoración presencial en el consultorio nunca podrá ser reemplazada ni dejada a un lado como parte de la programación de una cirugía.
Sólo durante un examen de inspección física realizado de manera presencial en el consultorio, el cirujano podrá evaluar el espesor de la piel de la nariz, la fortaleza de los cartílagos nasales, el tamaño de los huesos, el estado del tabique o septum nasal, el volumen de los cornetes y su posible participación en la obstrucción nasal y la funcionalidad de las válvulas nasales.
Con esta información es que el cirujano planea la mejor técnica para cada paciente, lo que redunda en un mayor porcentaje de éxito. De otro lado, la interacción entre el médico y el paciente genera el vínculo indispensable para que cada intervención se convierta en una experiencia única e irrepetible para ambas partes. La consulta virtual o a través de fotos puede ayudar a orientar y a hacer una aproximación tanto al diagnóstico como a la planificación y debe ser entendida como tal, mas no como un sustituto de la cita médica presencial.
Como en toda cirugía programada, deben tomarse unos exámenes de sangre que evalúen el estado general, sobre todo para conocer la capacidad de transportar oxígeno (nivel de Hemoglobina), la capacidad de coagular, ya que como en toda cirugía habrá incisiones o cortes y deberemos tener una función normal en este aspecto, y en las condiciones actuales debemos descartar la presencia de infección viral por Sars-Cov2 (COVID).
Esta evaluación es la que se realiza en pacientes menores de 40 años y que se encuentren por lo demás sanos. En caso de presentar alguna condición o enfermedad preexistente deberán tomarse otros exámenes según el caso. De otro lado, si los síntomas o los hallazgos al examen físico lo indiquen, pueden requerirse en algunos casos un examen de imagenología de la nariz y de los senos paranasales (Escanografía Simple de Nariz y Senos Paranasales).
En el caso de las mujeres jóvenes en edad reproductiva y que tengan dudas sobre la fecha de su última menstruación o que no tengan método de planificación estable, es aconsejable una prueba de embarazo, ya que, aunque la Rinoplastia como tal no representa un riesgo para la paciente y su bebé, no es conveniente someterse a un procedimiento quirúrgico bajo anestesia general durante este periodo a menos que sea absolutamente necesario.
Una Rinoplastia puede requerir entre 1 hora (en aquellos casos más sencillos) hasta 3 horas en aquellos casos más complejos, se realiza mayormente bajo anestesia general, ya que es la forma más segura y es la que proporciona mayor comodidad tanto al paciente como al cirujano. Después de la cirugía el paciente pasa a recuperación por un tiempo similar al empleado en cirugía, y una vez esté plenamente despierto, consciente, orientado y haya bebido o comido algo ligero se da de alta.
Los resultados de la Rinoplastia se consideran permanentes y para siempre, con mínimos cambios asociados con el envejecimiento, pero aun así una nariz bien operada envejece muy poco en relación con el resto del rostro. Después de más de 20 años de experiencia y con pacientes seguidos por este periodo puedo dar fe de esto.
Recuperación e incapacidad
La Rinoplastia es considerada la cirugía estética menos dolorosa. Cuando los pacientes sometidos a una Rinoplastia se les pregunta la intensidad del dolor experimentada en una escala análoga en donde 1 sea el mínimo dolor perceptible y 10 el máximo dolor soportable, la gran mayoría la califica entre 2 y máximo 3, comparada con la cirugía de aumento de senos o lipoesculturas (otras dos muy frecuentes cirugías estéticas) las cuales siempre superan el 7 en la misma escala.
Esto no quiere decir que no vayas a experimentar alguna molestia o a estar en alguna medida incapacitado para realizar tus actividades normales. La Rinoplastia produce en algún grado obstrucción nasal debido al edema o inflamación natural de cualquier cirugía, esta suele ser la principal molestia ocasionada, sin embargo, cuando el paciente operado de nariz se realiza adecuadamente la higiene ordenada por su cirujano, esta molestia será mínima y de muy corta duración (algunos días).
A la par, todos los pacientes experimentarán algún grado de inflamación alrededor de nariz y ojos e incluso algunos tendrán equimosis o morados. Todos estos inconvenientes suelen haber desaparecido al final de la primera semana. Es por esto por lo que se les recomienda una semana de reposo o incapacidad para que puedan efectuarse las medidas de higiene y cuidados necesarios.
Respecto a las actividades físicas, se recomienda que espere hasta la tercera semana después de la Rinoplastia para iniciar actividad física de bajo impacto y sin ninguna carga de peso, es decir que se puede iniciar con bicicleta estática, caminadora, elíptica, ejercicios de estiramiento, yoga entre otros.
Para ejercicio anaeróbico o con peso o de alto impacto se recomienda no hacerlo antes del tercer mes de operados. Finalmente, las actividades que impliquen riesgo de contacto físico como pueden ser los deportes de grupo (futbol, baloncesto, voleibol, balonmano, waterpolo, entre otros) sólo se practiquen después del sexto mes.
En cualquier caso, el paciente debe usar protector solar como medida rutinaria del cuidado de la piel y evitar el uso de gafas, anteojos o elementos que tengan apoyo en los huesos nasales durante los primeros 6 a 12 meses de operado.
En tanto, en la mayoría de los casos, por no decir que, en todos, el paciente sometido a una Rinoplastia puede efectuar un vuelo sin inconveniente alguno a partir del día 10, cuando ya la mayor parte de la inflamación nasal interna ha disminuido y no le impedirá compensar el oído medio y los senos paranasales durante los cambios de altitud, mucho más fácil dado la presurización de las cabinas en los aviones.
Cuidados después de la intervención
Los principales cuidados después de una Rinoplastia son relacionados con higiene nasal: aplicarse un humidificador nasal (solución salina especial para la nariz) y retirarse las costras con un aplicador de algodón (copito) humedecido en agua oxigenada (peróxido). Con estas dos medidas básicas y realizadas de manera exclusiva por el mismo paciente, se obtendrá el mayor bienestar al menor precio y esfuerzo. Otras medidas como son las compresas frías por los tres primeros días y luego reemplazadas por compresas tibias a partir del 4 día, complementan el cuidado posoperatorio.
Como cirujano, reemplazo la férula rígida (un elemento plástico que se moldea con calor) por cintas de Micropore (cintas hipoalergénicas color piel) entre el 8 y el 10 día de operado el paciente y se deja por una semana adicional, al final del cual no suele ser necesario usar más cintas, ya que la piel comienza a irritarse por el pegante de la cinta.
Entre los cuidados adicionales se les recomienda dormir con la cabecera elevada durante la primera semana, evitar la exposición directa al sol durante los primeros tres meses y evitar el contacto físico de la región nasal durante los primeros 6 meses. A excepción de los productos lácteos en las primeras 48 horas de la cirugía, no suelo hacer ninguna restricción dietética, así que prácticamente podrás comer lo que desees desde la primera semana, así como realizar la mayoría, sino es que todas, tus actividades a partir del día 10.
Una nariz bien operada, con adecuado soporte estructural y esquelético, armónica con los demás elementos del rostro, se verá bien desde el mismo momento de la cirugía. Obviamente que la inflamación podrá generar una mínima distorsión durante las primeras semanas, pero el cambio positivo será notorio y cada día y durante todo un año, el paciente podrá irse viendo cada vez mejor. Incluso cuando realizamos el seguimiento fotográfico por varios años, podemos notar cómo la nariz continúa mejorando y definiendo sus contornos hasta el tercer año o más allá de operada.