Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico: ¿sabes de qué se trata? (PARTE 1)
La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico es más común en embarazadas y personas adultas mayores, no obstante, se puede dar a cualquier edad y en ambos sexos
Para entender qué es la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) es importante saber que el paso del contenido del estómago al esófago (Reflujo Gastroesofágico) es algo normal que sucede varias veces al día, en personas sanas.
Síntomas y signos de la ERGE
La acidez estomacal es una molestia en forma de ardor localizada por detrás del esternón, que sube hacia el cuello y la garganta, y algunas personas sienten el sabor agrio o amargo del ácido en la parte posterior de esta. El ardor y acidez puede durar varias horas y normalmente es peor después de comer. Otros síntomas de menor frecuencia son: Dolor de Estómago, Tos Crónica, Ronquera, Asma, Neumonía y Sinusitis Crónica, así como regurgitación de alimentos y despertarse con sensación de ahogo. Cuando la acidez estomacal se presenta 2 o más veces por semana y va acompañada de Disfagia (dificultad para tragar), Pérdida de Peso, sensación de ahogo y vómito de sangre o heces negras como la brea, se indica un problema serio que debe ser atendido inmediatamente.
Causas de la ERGE
- En la unión del esófago con el estómago existe un músculo en forma de anillo que se llama esfínter esofágico inferior. Este músculo se relaja después de tragar alimento para permitir su paso al estómago y posteriormente se vuelve a contraer para cerrar el ascenso de comida y ácido al esófago. Sin embargo, a veces éste es débil o se relaja cuando el estómago se llena, permitiendo el ascenso de contenido del estómago al esófago
- Una parte importante de los pacientes con ERGE tienen una Hernia de Hiato. En estos casos el estómago se desliza parcialmente hacia el tórax a través del hiato diafragmático (un orificio en el músculo diafragma) y provoca que el esfínter esofágico inferior pierda fuerza, lo que facilita el Reflujo Gastroesofágico. La Hernia de Hiato es más frecuente en personas mayores de 50 años y embarazadas
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico se da a través de los síntomas, sin embargo, aquellos que no tengan claro el diagnóstico, sean resistentes al tratamiento o los signos sean severos, deberán someterse a las siguientes pruebas:
- Esofagogastroscoduodenoscopia: evalúa el daño causado por el Reflujo (erosiones y Úlceras en el Esófago conocido por Esofagitis) y la presencia de una Hernia de Hiato o de complicaciones como el Esófago de Barrett
- pHmetría Esofágica: se introduce a través de la nariz hasta el esófago un fino cable con electrodos que registra el pH ácido que asciende al esófago durante 24 horas. Esta técnica se suele reservar a los casos que no responden al tratamiento, sin diagnóstico claro o ante pacientes que vayan a ser sometidos a una Cirugía Antirreflujo (Funduplicatura)
- Manometría Esofágica: se trata de un cable con múltiples registradores de presión que se introduce a través de la nariz hasta el estómago. Al paciente se le pide que trague para medir las contracciones del esófago y la presión, la relajación y la contracción del esfínter esofágico inferior
- Radiografía de Vías Digestivas Superiores: para este estudio, el paciente beberá una mezcla de bario líquido. Los Radiólogos usan un fluoroscopio para observar cómo pasa el bario por el esófago e ingresa al estómago. En varias ocasiones, se le pedirá que cambie de posición sobre la mesa de radiografías, mientras los expertos observan el tracto gastrointestinal, y se tomarán las placas radiográficas conforme sea necesario