El Trastorno por Estrés Postraumático
El Trastorno por Estrés Postraumático es un cuadro clínico que se caracteriza por la presencia de síntomas variados, entre los que habitualmente se encuentran manifestaciones neurológicas y psiquiátricas
Trastorno por Estrés Postraumático
El Trastorno por Estrés Postraumático es un cuadro clínico que se caracteriza por la presencia de síntomas variados, entre los que habitualmente se encuentran manifestaciones neurológicas (Dolor de Cabeza, Mareo, Insomnio) y psiquiátricas (Irritabilidad, ambios de humor, Ansiedad).
Esta situación es vivida por el paciente como muy desagradable. A menudo resulta invalidante, ya que puede llegar a interferir de forma notable en la vida social y familiar y también en el ámbito laboral, afectando al rendimiento.
Tipos de experiencias que pueden provocarlo
Cualquier trauma en el sentido más amplio de la palabra puede causar el trastorno. Puede ser la consecuencia de situaciones de conflicto emocional extremo, pero también en ocasiones aparece después de haber sufrido un Traumatismo Craneoencefálico de menor o mayor gravedad. Existe cierta controversia acerca de la posible presencia de Lesiones Cerebrales como responsables del cuadro clínico, ya que aunque se dan casos en los que éste puede derivarse de una contusión cerebral, hay otros en los que aparece en un cerebro aparentemente sano.
Personas que puede llegar a afectar
Cualquier persona puede en circunstancias como las anteriormente señaladas sufrir el Síndrome de Estrés Postraumático, aunque resultan más vulnerables los individuos con una cierta predisposición al Estrés y los que tienen un umbral del dolor bajo. La situación emocional de base en la que se encuentra la persona también puede ser decisiva a la hora de presentarse los síntomas.
Síntomas
Además de los síntomas neurológicos y psiquiátricos habituales, las personas que lo padecen también pueden referir otros tales como la opresión en el pecho, las palpitaciones o la sensación de falta de aire.
¿Cómo identificarlos?
El Trastorno suele identificarse en personas con una cierta predisposición por su personalidad de base (mayor vulnerabilidad al estrés) en los que las pruebas de diagnóstico como el electroencefalograma o el TAC resultan negativas.
¿Cómo tratarlos?
Para tratar este Trastorno lo primero y más importante es tranquilizar al paciente y ayudarle a controlar su Ansiedad a través de técnicas de relajación y hábitos de vida saludable. Llevando a cabo estas medidas y dejando pasar algo de tiempo los síntomas suelen ir remitiendo de forma espontánea. En otras ocasiones es necesario recurrir a fármacos (ansiolíticos y antidepresivos), e incluso al apoyo de un psicólogo.