El Trastorno Borderline de Personalidad
Inestabilidad emocional, impulsividad y dificultades en la relación interpersonal son algunas de las características del Trastorno Borderline de Personalidad, algo que debería ser considerado como una enfermedad psiquiátrica
El trastorno límite (borderline) de personalidad es un conjunto de anomalías en el plano de las emociones, el afecto, las motivaciones y la relación social de un sujeto que le generan él o a las personas que le rodean una malestar significativo y persistente. Tales anomalías consisten primariamente en este trastorno en una marcada inestabilidad emocional e impulsividad. Se trata de un trastorno que afecta al 1,8% de población general, y su distribución es de 3 mujeres por cada hombre, acentuándose excesivamente en familias desestructuradas.
Genera una elevadísima tasa de complicaciones tóxicas, alimentarias, legales, médicas, familiares o laborales, además de un elevadísimo consumo de recursos sanitarios (hospitalizaciones, ingresos, urgencias por tentativas de suicidio, etc.). No se trata a juicio de muchos especialistas de un mero trastorno de personalidad, sino de una enfermedad psiquiátrica en toda regla que debería ser incluida dentro del eje I de las clasificaciones internacionales mentales.
Síntomas del Trastorno Borderline
El paciente borderline presenta de forma característica una marcada inestabilidad afectiva debida a intensas reacciones emocionales frente al rechazo, la crítica, o cualquier aspecto que puedan percibir como una herida en su amor propio. Sin embargo, este sentimiento suele durar unas horas tan solo. Son comunes los episodios de ira y la dificultad para controlar sus impulsos, por lo que son recuentes las amenazas de suicidio y la automutilación, con cortes superficiales en la piel especialmente.
El sentimiento crónico de vacío o el de inutilidad desde edades tan tempranas como la adolescencia es otro de los síntomas de aquellos que padecen el trastorno límite de personalidad. Los varones son más proclives a presentar consumo de drogas concomitante y las mujeres, en cambio, trastornos de alimentación concurrentes. Es el trastorno de personalidad con mayor comorbilidad (presencia simultánea de otras enfermedades).
Tratamiento del trastorno límite
La psicoterapia cognitivo conductual, la programación neurolingüística y la psicoterapia dinámica han mostrado eficacia en su tratamiento. De forma añadida los inhibidores de la recaptación de serotonina a dosis medias y altas, timoanaléticos como topiramato, gabapentina, pregabalina y oxcarbazepina y neurolépticos atípicos como quetiepina, olanzapina, paliperidona y risperidona, han demostrado eficacia en el control de muchos de los síntomas a corto plazo, facilitando el desarrollo de las psicoterapias.