El manejo de las emociones en diversas situaciones de la vida
Es importante involucrar a todas las personas que estén cerca del paciente, pues todos son responsables en cierto grado de la situación o sintomatología que está afectando a la persona implicada
Actitudes y emociones negativas en los seres humanos
Los seres humanos expresan sus experiencias de vida a partir de su manera de pensar, que surge ante las propias percepciones que tengan de sus vidas. Se origina a través de un solo pensamiento que surja en la persona y se manifiesta por medio del lenguaje (verbal o análogo). La repetición y el convencimiento del mismo se convierte en creencia, que puede ser positiva, negativa o limitante.
Estas creencias son propias del individuo, pueden ser transmitidas de manera hereditaria (familia, cultura, contexto, sociedad) y se fortalecen según el significado que se le otorgue a los acontecimientos de la vida, ya que cada acontecer deja una huella que es positiva o negativa y se ve reflejada en la manera de relacionarse del sujeto; las huellas generan emociones de toda índole pero son las emociones negativas las que originan los vacíos afectivos.
Por lo anterior, todo acontecer que se experimenta, puede generar un aprendizaje, que puede ser bueno o malo según las emociones que se despierten en ese momento. Si la persona concibe la situación de manera negativa, sus conductas y comportamientos reflejan ese rechazo. Tanto así que los vacíos afectivos se incrementan a medida que el individuo cultiva y alimenta esas emociones que lo indisponen consigo mismo, con las otras personas dentro de su núcleo familiar, y con otras.
El ser humano en su individualidad asume reacciones que rompen la comunicación con su verdadero ser interior, con integrantes de su familia y la sociedad. Este busca relacionarse con personas que se encuentren en su mismo sentir o sintonía, ya que considera que las demás personas que no estén en su misma vibración, por decirlo de alguna manera, son locos que habitan en otro planeta. Las personas se llenan de resentimientos que evitan y obstruyen la buena comunicación, interacción y las propias relaciones.
Emociones negativas y conflictos de pareja
Estas personas se convierten en seres pesimistas, se cierran a las posibilidades de crecer e interactuar bien con su pareja o familia, puesto que ellos tienen que defender sus creencias e imponer sus pensamientos; realizan lo que ellos quieren y no piensan en el bienestar de los otros. Les molesta ceder, pues piensan que pierden su poder, se creen dioses con la mayor autoridad en su mundo lleno de ignorancia.
La mayoría de los seres humanos están tan inconformes con la vida que buscan distractores para evitar asumir su verdad con madurez, aceptación y amor. Estos son los motivos por los cuales las personas rompen con la comunicación tanto intrapersonal como la interpersonal, puesto que en la relación de pareja cada uno o alguno de los dos están tan concentrados en seguir con sus comportamientos de soltero que se olvidan de no dar prioridad al otro.
Estos factores, entre otros, demeritan la acción de fortalecer o reconstruir las relaciones y comunicaciones, generando resentimientos, rabias, odios, dolores, provocando actitudes de deslealtad, infidelidad y consumo de sustancias. Son acciones que lastiman al individuo y a los seres amados.
Si la pareja tiene hijos y conforman una familia, los padres se olvidan ser pareja, de sembrar, cultivar y regar para seguir cosechando su amor entre ellos, desplazando a la persona amada por el amor a los hijos. Esto es un grave error, hay que aprender a asumir y adaptarse a los dos roles sin descuidar la unión fraterna.
En esta etapa de la vida también se pueden generar muchos vacíos en las nuevas personas que nacieron, pues a estos infantes se les debe cuidar, proteger, enseñar, educar y formar con amor, inculcándoles valores y principios basados en este sentimiento, además de inculcar el respeto hacia ellos mismos y hacia los otros.
Es una lástima que el amor de los seres humanos en su mayoría sea egoísta y condicionado. Por manifestar esta clase de amor, los niños se vuelven manipuladores haciendo todo lo posible por controlar su vida, la de los padres y su entorno.
En muchas ocasiones los padres son muy flexibles y por no hacer sentir mal a su hijo se vuelven muy permisivos, pues piensan que deben evitar a toda costa que ellos sufran y no les enseñan las herramientas o estrategias que necesitan desarrollar para poder afrontar y defenderse con madurez emocional a la realidad del mundo actual.
Esta situación genera deficiencia en la confrontación de conflictos, tanto así que los jóvenes o los individuos se estresan tanto que optan por emplear soluciones de escape que incrementan sus vacíos e inconformismos con la sociedad actual, pierden identidad o no la establecen.
Los padres, por no ponerse de acuerdo en la educación de sus hijos en cuanto a la transmisión del amor, valores, principios, reglas y límites o por no enseñarles a sus hijos las adecuadas formas de resolución de conflictos, incrementan su maremoto emocional y de pensamientos al revivir emociones negativas, esto puede generar comportamientos adictivos que los llevan al consumo de sustancias o alguna otra adicción.
Cuando los padres no saben comunicarse como pareja ni saben dialogar con sus hijos para darles orientación, ellos aprenden e imitan los comportamientos de sus progenitores o núcleo familiar, reflejándolo en sus vidas y la de los demás.
¿Cómo empiezan las personas a percibirse a sí mismas?
En su amor propio, autoestima, formación de su identidad (de género como personalidad), en la forma que emplean para comunicarse, relacionarse y en la construcción de su proyecto de vida. Por todo lo descrito, es de vital importancia tener la disposición y actitud para tomar la decisión de buscar ayuda e iniciar el proceso terapéutico para poderlos orientar a buscar cómo restablecer la salud integral de cada ser humano.
Es importante involucrar a todas las personas que estén cerca del paciente, pues todos son responsables en cierto grado de la situación o sintomatología que está afectando a la persona implicada. El paciente deberá aprender a liberarse de toda creencia que limita el crecimiento personal, espiritual e intelectual implicada en la interacción humana.
Se debe aprender a manejar las emociones, comunicar y fomentar las motivaciones a nivel interno. Se recomienda que las personas fortalezcan su relación con su ser interior, comenzar a liderar sus vidas y proyectos, trabajando en equipo y concientizando que toda situación de vida aunque fea e incómoda, conlleva a un aprendizaje.