El Glaucoma: la principal causa de ceguera irreversible
El Glaucoma es una enfermedad de los ojos caracterizada por el aumento patológico de la presión intraocular por falta de drenaje del humor acuoso y tiene como condición final común una neuropatía óptica
¿Qué es y cómo aparece el Glaucoma?
El Glaucoma es una enfermedad de los ojos caracterizada por el aumento patológico de la presión intraocular por falta de drenaje del humor acuoso y tiene como condición final común una neuropatía óptica que se caracteriza por la pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico y cambios en su aspecto. Existen varios tipos de Glaucoma, en la mayoría de ellos el sistema de drenaje del ojo se tapa y el fluido intraocular no puede drenar con normalidad. Al acumularse dicho fluido, aumenta la presión del ojo y daña el nervio óptico lo que lleva a la pérdida irreversible de la visión.
Cada uno de los tipos de Glaucoma tiene un origen y una evolución diferentes, pero la mayor parte de los casos corresponde al llamado Glaucoma Crónico Simple. La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas en las primeras fases de la enfermedad, los indicios más evidentes se manifiestan cuando aparecen defectos en el campo visual, visión borrosa, dolor ocular, dolor de cabeza, percepción de halos alrededor de los ojos y pérdida progresiva de visión.
La prevención es la mejor solución para afrontar el Glaucoma, por lo que se recomienda revisiones especialmente a las personas más propensas a desarrollar el Glaucoma, que son las personas con presión ocular elevada, de más de 40 años, parientes de personas que hayan padecido Glaucoma.
El gran problema del Glaucoma, es que en la mayoría de los casos, el paciente no percibe ningún cambio en su visión hasta fases muy avanzadas de la enfermedad. Habitualmente se empieza perdiendo campo de visión, circunstancia muy difícilmente perceptible para el paciente, para finalmente afectar a la visión central.
Si no se trata adecuadamente la enfermedad, se producirá una pérdida de campo visual que puede ser invalidante y finalmente repercutirá en una pérdida de la visión total.
Sin el tratamiento adecuado, el Glaucoma puede ocasionar ceguera, pero con la detección temprana y el tratamiento adecuado se puede preservar la visión. Es una enfermedad que cada día afecta a un mayor número de personas y que es más frecuente a medida que aumenta la edad. Actualmente más de 70 millones de personas a nivel mundial padecen Glaucoma, de los cuales un 10% son ciegos. El Glaucoma es una de las causas de ceguera irreversible en el mundo.
Prevención del Glaucoma
La clave para evitar las fases más avanzadas e irreversibles del Glaucoma es la detección precoz, existen ciertas recomendaciones para hacer para llevarla acabo:
- Realizar una revisión oftalmológica anual, a partir de los 40 años, y más precozmente si hay antecedentes familiares de Glaucoma
- Exámenes de rutina en niños y adolescentes
- Test genético de detección precoz
Tratamiento del Glaucoma
Actualmente, existen diferentes terapias para tratar el Glaucoma y que ayudan a paliar su avance. Se debe tener en cuenta que el tratamiento del Glaucoma sólo consigue detener los síntomas de la enfermedad, pero nunca se conseguirá una mejoría total de la enfermedad.
Según la fase de la enfermedad en la que se encuente, el tratamiento recomendado variará. Aunque la presión ocular es sólo una de las causas del Glaucoma, reducir esta presión es el tratamiento más usado a base de colirios. Para casos más agudos, también puede ser útil el tratamiento con Láser. Si a pesar de todo ello, el Glaucoma sigue progresando, se aconseja aplicar un tratamiento quirúrgico.
En los últimos años han aparecido nuevas técnicas quirúrgicas que han ayudado a controlar con más seguridad y eficacia esta enfermedad. La mayoría de ellas lo que pretenden es crear nuevas vías para drenar el humor acuoso.