Dolor anal: diagnóstico y tratamiento
El dolor ano-rectal es el síntoma por el que consultan alrededor del 50% de los pacientes que acuden a una consulta de proctología. El paciente aqueja dolor en la región anal y este puede estar localizado en el ano mismo o en el interior del recto
El dolor anal
El dolor no es ninguna enfermedad, el dolor es un síntoma, y el dolor ano-rectal es el síntoma por el que consultan alrededor del 50% de los pacientes que acuden a una consulta de proctología. El paciente aqueja dolor en la región anal y este puede estar localizado en el ano mismo o en el interior del recto, siéndole difícil al paciente a veces hacer esta diferenciación.
Otras veces el dolor es alrededor del ano, en la región perianal. Las características y la intensidad del dolor varían lógicamente en función de la causa y de un factor no menos importante como es el umbral de percepción de cada individuo, no todos perciben el dolor de la misma manera ni lo expresan del mismo modo y menos en una región como la anal delicada pues con el dolor coexisten factores como son la vergüenza o el pudor.
¿Qué puede provocar el dolor anal?
Son muchos los procesos que pueden desencadenar este síntoma. Existen causas orgánicas debidas a una lesión anatómica específica y causas no específicas de difícil diagnóstico que dan lugar a lo que se le llama como dolores funcionales.
Diagnóstico
El dolor anal acostumbra a estar asociado a Hemorroides por parte del paciente que lo sufre, aunque el tema es más complejo que todo esto. De entrada, hay que decir que las Hemorroides juegan poco papel en el tema del dolor ya que de no estar complicadas no suelen generar un dolor muy importante. Cuando el dolor se acompaña de alteraciones físicas evidentes no hay dudas diagnósticas, una Trombosis Hemorroidal, un acceso perianal son ejemplos claros de rápido tratamiento.
El problema se plantea ante la ausencia de una lesión física evidente, es entonces cuando ayuda un buen interrogatorio del paciente y una exploración proctológica exhaustiva. Por ejemplo, si el dolor se inicia con la deposición y se incrementa después de esta durante horas se debe pensar en una Fisura Anal, aunque no se pueda ver. Existen también las exploraciones complementarias y en proctología se cuenta con la ventaja de estar trabajando con la porción terminal del tubo digestivo, por lo tanto, abierta al exterior y que permite fácil acceso a exploraciones endoscópicas, ecográficas o funcionales.
Dolores funcionales
Son un tipo de dolor que no responde a ninguna causa anatómica evidente, se habrá descartado, por lo tanto, lesión física en el paciente. Son dolores de difícil diagnóstico. El dolor ano-rectal funcional se divide en 2 grupos dependiendo de la duración del síntoma. Se habla de proctalgia crónica cuando el dolor dura más de 20 minutos y se habla de proctalgia fugaz cuando evoluciona a picos de dolor que van de segundos hasta pocos minutos.
Cómo se trata un dolor ano-rectal funcional
Hay que individualizar siempre el tratamiento. Aunque estos dolores puedan estar relacionados con factores psicológicos no hay que suponer de entrada que el origen sea este. Ciertamente la analgesia convencional muchas veces es poco efectiva.
Los tratamientos posturales, masajes peri-anales e incluso baños de asiento pueden aliviar bastante a estos pacientes. Con respecto a los tratamientos farmacológicos se usan relajantes musculares y antidepresivos tricíclicos entre otros. Un tratamiento interesante es el de la reeducación de la musculatura anal y del suelo pélvico mediante técnicas de Bio-feedback, eso permite conseguir una buena relajación esfinteriana y una correcta maniobra defecatoria y todo ello contribuirá a la mejora de estos pacientes.
En los últimos años la neuro-modulación de raíces sacras o a través de la estimulación del nervio tibial posterior han mostrado resultados esperanzadores.