10 estrategias para mejorar la capacidad mental
La capacidad o aptitud mental es tan crucial como la aptitud física en el logro de lo que nos proponemos para generar bienestar y satisfacción.
Desde la psicología, especialmente el área del deporte o del rendimiento, hay varias estrategias valiosas para trabajar este aspecto, que lo ponen en práctica con deportistas y atletas, sin embargo, estas estrategias son aplicables a cualquier persona que quiera desempeñarse en un alto potencial ante una tarea o rol independiente del campo en el que se desenvuelve o labor que realiza.
Es por eso que a continuación verás 10 estrategias que puedes aplicar ante una situación donde quieras mejorar tu respuesta y desempeño:
1. Establecer metas claras
Las metas específicas y alcanzables proporcionan dirección y motivación, impulsando la concentración y el esfuerzo mental.
Empezar con metas pequeñas y concretas permite ir obteniendo práctica tanto en cómo establecer las metas y como hacerles seguimiento, así como en la retroalimentación personal que esto genera.
2. Visualización positiva
Imaginar el éxito mejora la confianza y reduce la ansiedad. La visualización vívida tanto del proceso para obtener estas metas, como de los logros deseados refuerza la creencia en la capacidad propia, por esto es importante el punto anterior y tener claridad de cuál es la meta que se quiere.
Ser tan específico como sea posible facilita poder visualizar de manera más detallada, incluso poder visualizar las dificultades que se presenten y cómo se pueden solucionar.
3. Practicar el autocuidado
El sueño adecuado, una dieta balanceada y el ejercicio regular son fundamentales para mantener un cerebro sano y funcionando de manera óptima.
Cuando tenemos un descanso apropiado, una alimentación que nos favorece y actividades de movimiento en nuestro día a día, permiten que el cuerpo y la mente estén en una base más sólida para la cotidianidad y especialmente para los momentos que generen estrés.
4. Controlar el diálogo interno
Cultivar pensamientos positivos y autoafirmaciones ayuda a mantener una actitud positiva, aumentando la resistencia frente a los desafíos.
Nuestro diálogo interno se convierte en un aliado o en un adversario. No se trata de tener un positivismo toxico, se trata de poder apoyarnos en la forma como nos hablamos cuando un desafío se presenta y poder ayudar a regular nuestras emociones y de esta manera tener más espacio para tener una respuesta.
5. Gestión del estrés
Técnicas como la respiración profunda y la meditación reducen el estrés, promoviendo la claridad mental y la toma de decisiones de forma efectiva.
Los momentos de estrés es donde más estamos a prueba, con lo cual, realizar estas técnicas en situaciones de calma nos permite practicar para que sea más fácil incorporarlas en los momentos más requeridos.
6. Desarrollar la resiliencia
Aprender a superar fracasos y adversidades fortalece la mentalidad, permitiendo una recuperación más rápida y efectiva. Si bien tener momentos de fracaso y resultados que no esperamos no es agradable, poder evaluar y aprender lo que paso permite desarrollar una mentalidad de crecimiento. Poder evaluar bajo preguntas como: ¿Qué aprendo de esta situación?, ¿Cómo puede ser distinto una próxima vez?, ¿Qué necesito aprender o desarrollar para futuras oportunidades?
7. Practicar la atención plena
La atención plena mejora la concentración y la capacidad para estar presentes en el momento, reduciendo la distracción y aumentando el enfoque.
Cuando tenemos una atención plena significa que estamos inmersos en el momento presente y que lo que sucedió en el pasado y las posibilidades del futuro no tienen poder de interferencia, haciendo que podamos estar realmente en el presente, que es lo único que podemos gestionar en realidad.
8. Optimismo realista
Mantener una perspectiva optimista y equilibrada, con una comprensión realista de los desafíos fomenta la perseverancia y la determinación.
Está comprobado que el optimismo es una de las estrategias más poderosas y usadas por deportistas élites, que les permite mantenerse conectados con sus objetivos e ilusionados con el futuro.
9. Establecer rutinas
Las rutinas estructuradas reducen la carga mental al automatizar ciertas tareas, liberando espacio mental para actividades más desafiantes.
Cuando no tenemos que atender los básicos del día a día porque tienen una estructura, es más fácil poder dedicar tiempo y energía para aquello que queremos incluir en nuestra vida o que nos representa un desafío.
10. Cultivar relaciones positivas
Las conexiones sociales fuertes y positivas proporcionan apoyo emocional y reducen la sensación de soledad, mejorando la salud mental.
Tener un círculo de confianza con quien puedas sentirte seguro siendo tu y compartir tus metas, logros y te acompañen de manera genuina, fortalece tu capacidad mental. Al integrar estas estrategias en la vida diaria, es posible mejorar significativamente la capacidad mental, al igual que el cuerpo, la mente también necesita entrenamiento y cuidado para alcanzar su máximo potencial y poder prosperar en todos los aspectos de la vida.