Dietas y Obesidad, un binomio que necesita algo más
Desde un punto de vista objetivo, la Obesidad es un exceso de grasa corporal. Una enfermedad metabólica que influye en la salud física y psíquica de quien la padece, y que afecta a su calidad de vida
Primer paso: cambiar el estilo de vida
La Obesidad es una lucha continua y una patología de difícil abordaje, sobre todo porque su solución o su control siempre pasan por un cambio de estilo de vida. Además, este cambio ha ser constante y prolongado en el tiempo, en el modo de alimentarse y en la cantidad y calidad de actividad física. Esto, obviamente, no es algo precisamente fácil.
Obesidad: origen y causas
El origen del Sobrepeso o la Obesidad es múltiple, e inciden factores predisponentes, como los genéticos, o desencadenantes. Pero lo indudable es que en algún momento existe o ha existido un desequilibrio energético, durante el cual el organismo del paciente no ha sido capaz de consumir la energía ingerida. En este período se produce el almacenamiento de grasa, que en la actualidad sabemos que no solo tiene consecuencias mecánicas y estéticas, también metabólicas.
Está comprobado que el incremento de grasa corporal, sobre todo el de grasa visceral y abdominal, tiene consecuencias severas. Además, es el principal factor de riesgo para padecer o agravar patologías como Diabetes, Hipertensión, Enfermedades Cardiovasculares, Alteraciones Osteoarticulares, Problemas Hepáticos, determinados tipos de Cánceres, etc.
Las cifras hablan por sí solas: el 16% de los adultos tiene Obesidad y entorno al 35%, Sobrepeso. Más de la mitad de la población tiene problemas relacionados con esta patología.
Si la causa principal o el factor último es el estilo de vida, el tratamiento debe estar basado en una modificación de éste. No obstante, el ambiente obesogénico que rodea a los pacientes dificulta mucho el tratamiento.
Dietas, no son la única solución
El planteamiento dietético es imprescindible, aunque no debe abordarse como una mera prescripción, sino como un proceso de aprendizaje. Sería como aprender a conducir, para luego poder hacerlo por uno mismo. No existe un plan dietético único e infalible. Hay personas con características y circunstancias particulares, por ello los profesionales deben encontrar el mejor plan para su paciente.
Durante el tratamiento, el apoyo al paciente ha de ser constante. Éste debe sentirse comprendido y escuchado. No es fácil cambiar, sobre todo porque hay que hacer un esfuerzo para ello, mientras que volver atrás no lo supone. Desaprender conductas arraigadas desde hace tiempo requiere paciencia y constancia. Pero desde luego es posible y desde luego que merece la pena, sólo hay que ver lo que cuentan los pacientes que lo logran.