Dieta Mediterránea, una alternativa para cuidar la salud

Con la tecnología que llega y los avances médicos tenemos belleza que provoca y juventud que perdura; adoptando las costumbres saludables de muchas comunidades en el mundo, que reflejan su manera de vivir y, teniendo en cuenta los cuidados de la piel, sin Los excesos de alcohol, sol, tabaco y de calorías innecesarias

Las Comunidades Azules del Mediterráneo

Se llaman zonas o comunidades azules aquellas donde las poblaciones logran mayores índices de longevidad. Ya se sabe que la mejor alternativa entre todas las Dietas y manera de vivir es el estilo de vida y la Dieta Mediterránea. Ya muchas poblaciones del mundo la están adoptando. Esto no implica pasar hambre ni dejar de comer, simplemente es escoger sabiamente lo que comemos y de qué manera comemos. Los residentes de Córcega o Chipre (en el mediterráneo) realizan un ejercicio natural y cotidiano: ejercitan caminando a su trabajo y en la elaboración de sus alimentos. Ellos viven del pescado, vegetales, frutas, panes rústicos y toman vino. Consumen poca carne y muy pocos productos lácteos; además descansan, no llevan una vida agitada, y mantienen un buen nivel de soporte social.

¿Por qué la Dieta Mediterránea?

Esta Dieta, que no es una Dieta sino una modalidad de vida, es la que recomiendan los Especialistas en Nutrición y sobretodo los Cardiólogos. Sus habitantes nos enseñan que no hay que prescindir de las grasas ni los carbohidratos que son factores de controversia en toda clase de enfermedades, pero necesarias para la salud. Las grasas buenas mono-insaturadas se encuentran en el aceite de oliva y semilla de uva, los aceites poli-insaturados se encuentran en los pescados, nueces y aguacates (paltas); estos son necesarios para el organismo y no afectan el colesterol.

Los carbohidratos no son refinados y su consumo se basa en trigo, avena, centeno trillado (molido) a mano y granos como frisoles, lentejas y semillas, además consumen abundante fruta de alto contenido acuoso y los vegetales de la región.

¿Qué enseñanza nos dejan?

Con la tecnología que llega y los avances médicos tenemos belleza que provoca y juventud que perdura; adoptando las costumbres saludables de muchas comunidades en el mundo, que reflejan su manera de vivir y, teniendo en cuenta los cuidados de la piel, sin los excesos de alcohol, sol, tabaco y de calorías innecesarias, podemos llevar un estilo de vida saludable y de apariencia joven. Debemos contar para esto con la asesoría de un médico especialista para ayudarnos a tomar las decisiones correctas. Lucir bien y sentirse joven no solo es sano, es una necesidad para afrontar los compromisos de nuestro diario vivir.