Dermatitis de contacto y alérgica
La Dermatitis o Eccema de contacto es una reacción inflamatoria cutánea, causada por un agente externo al entrar en contacto con la piel. Existen cuatro tipos de Dermatitis: Alérgicas, Irritativas, Fototóxicas y Fotoalérgicas
La Dermatitis de Contacto Alérgica se produce como resultado a una respuesta específica de la piel ante una sustancia (alérgeno) a la que previamente se ha sensibilizado mediante un mecanismo de hipersensibilidad retardada tipo IV. Su aparición se produce en personas predispuestas, no es predecible, nunca se produce en el primer contacto y puede afectar a toda la piel.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas cambian según la fase en que se encuentre la Dermatitis de Contacto manifestándose desde el enrojecimiento, al Edema y pequeñas vesículas hasta las fases crónicas, con la piel seca, engrosada, liquenificada, etc. Frecuentemente, suelen ser Lesiones Pruriginosas.
El tratamiento ideal es evitar la fricción con el agente causal. Para ello es necesario un diagnóstico correcto, mediante una historia clínica detallada y Pruebas Epicutáneas o del Parche.
Los pacientes que tienen una mayor predisposición a padecerla, son aquellos que manifiesten alguna otra enfermedad en la piel que altere la barrera cutánea como la Dermatitis Atópica, la Psoriasis, etc. Dependiendo del alérgeno, algunas profesiones o aficiones están más expuestas a sufrirla como es el caso del elemento de la parafenilendiamina en peluquería, el dicromato potásico en trabajadores de la construcción, gomas en trabajadores sanitarios, sulfato de níquel por el uso de bisutería, etcétera.
La base del tratamiento sintomático son los antihistamínicos para reducir el picor, los corticoides tópicos y a veces sistémicos y los antibióticos en caso de sobreinfección.