Demencia Frontotemporal: todo lo que tienes que saber
Este Trastorno afecta ciertas partes del cerebro que se asocian con el pensamiento, la conducta y el lenguaje
La Demencia Frontotemporal es un grupo de Trastornos de tipo Neurodegenerativo en donde se afecta principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Estos daños alteran el pensamiento, la conducta y el lenguaje.
En menores de 60 años, la Demencia Frontotemporal es la causa más frecuente de Demencia, mientras que entre los 45 y 64 años afecta al mismo número de personas que la enfermedad de Alzheimer.
Causas y síntomas
En este trastorno, los lóbulos frontal y temporal se atrofian, sus signos varían dependiendo de la parte del cerebro que esté dañada. En ocasiones, algunas personas sufren cambios extremos en su personalidad y se vuelven socialmente inapropiadas, impulsivas o emocionalmente indiferentes; por otro lado, otras personas pueden perder la capacidad de usar adecuadamente el lenguaje.
Existen mutaciones genéticas que se han vinculado con la Demencia Frontotemporal, sin embargo, se sabe que más de la mitad de las personas que lo padecen no tienen antecedentes familiares con Demencia.
Como ya se mencionó, los síntomas que caracterizan este trastorno tienen que ver con el comportamiento o el lenguaje, los más habituales son los siguientes:
- Afectación de la personalidad
- Afectación del comportamiento
- Afectación del lenguaje
Dependiendo del tipo de alteración se clasifican en dos grandes grupos:
- Demencia Frontotemporal variante conductual: en este tipo predominan las alteraciones en el comportamiento. Se caracteriza por cambios en la personalidad, conductas inapropiadas en público, impulsividad, apatía, pérdida de empatía, comportamientos repetitivos o compulsivos y cambios en la dieta como la preferencia por ingerir dulces o harinas
- Afasias Primarias Progresivas: en este caso prevalecen las alteraciones del lenguaje. Se puede notar problemas para expresarse, leer o escribir. El paciente conserva la memoria
Vale la pena mencionar que cualquiera de estas formas representa un deterioro considerable en la funcionalidad de los pacientes que la padecen.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar este trastorno nos basamos en los datos clínicos y los resultados de imagenología cerebral (una Tomografía Computarizada o Resonancia Cerebral), en estos estudios se evidencian los cambios involutivos de los lóbulos frontal o temporal. También se pueden realizar pruebas neuropsicológicas, las cuales ayudarán a tener un diagnóstico más certero.
Por el momento no existe un tratamiento curativo, sin embargo, desde la Psiquiatría nos enfocamos en buscar controlar el comportamiento para facilitar el manejo del paciente en su hogar y así, permitir una adecuada convivencia y por consecuencia, una mejoría en la calidad de vida el paciente y sus cuidadores.