Decálogo de autocuidado en el paciente con EPOC
Dejar de fumar es difícil, pero no imposible y siempre aporta un beneficio para los pacientes de EPOC, evita o reduce la progresión de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida
- No fumar: El humo del tabaco es la principal causa de la EPOC en el mundo. Dejar de fumar es difícil, pero no imposible y siempre aporta un beneficio para los pacientes de EPOC, evita o reduce la progresión de la enfermedad y aumenta la expectativa de vida. Dejar de fumar es probablemente el mejor tratamiento de la EPOC
- Hacer ejercicio: El ejercicio aumenta la utilización de oxígeno, fortalece la musculatura, disminuye la fatiga y ayuda a controlar la Disnea (ahogo). Cualquier ejercicio es bueno siempre. El objetivo es superar los 30 minutos diarios de actividad física. Lo más sencillo es empezar por realizar actividades tan cotidianas como caminar, subir escaleras, ir en bicicleta. Si al realizar ejercicio se siente fatigado no hay que darse por vencido. Simplemente interrumpe el ejercicio, descansa el tiempo que sea necesario, y cuando te sientas mejor continúa con la actividad física suavemente. Debe de realizar ejercicios para fortalecer la parte inferíos del cuerpo ( caminar, bicicleta estática) y la parte superior del cuerpo (ejercicio ligero con pesas de 1 kg)
- Alimentarse bien: El mantenimiento de un estado nutricional óptimo es crucial. La dieta debe ser rica en frutas, verduras y pescado, evitando la ingesta excesiva de hidratos de carbono (pan, patatas, pasta), alimentos flatulentos y bebidas gaseadas. Evita digestiones pesadas, realizando 5-6 comidas al día, repartidas en pequeñas cantidades, comiendo despacio y masticando bien. Tomar abundantes líquidos (aproximadamente 1,5-2 litros), siempre que no haya contraindicación al respecto. La mejor bebida es el agua
- Ponerse vacunas: La administración anual de la vacuna antigripal reduce el número de exacerbaciones durante los períodos epidémicos. También es recomendable la vacuna antineumocócica conjugada
- Cuida el peso: La Obesidad limita la capacidad de ejercicio y agrava la disnea
- Tomar medicamento: Realiza correctamente el tratamiento. No sólo es importante tomarse la medicación, sino saber para qué sirve y cómo se debe administrar
- Acudir al médico: Acudir a las revisiones periódicas con un médico para vigilar la EPOC y mantener o ajustar el tratamiento. No hay que olvidar de controlar las “enfermedades añadidas” (Hipertensión Arterial, Diabetes Mellitus, Depresión, Ansiedad)
- Reconocer los síntomas de empeoramiento: Aprende a identificar los síntomas de alarma de una exacerbación de la EPOC, aumento de la disnea, cambios en el color y la consistencia del esputo. En estas situaciones , hay que consultar al médico
- Cuidar el ambiente: Protegerse de sustancias nocivas del ambiente (humos de tabaco o de combustibles como leña o carbón, polución y contaminación medioambiental). Mantener en el domicilio un ambiente óptimo (45% de humedad y temperatura de 19-21 º C). Utilizar ropa holgada, adecuada a cada época del año, evitando cinturones y fajas. Hay que asegurar una buena higiene del sueño
- Disfrutar de la vida: No renunciar a disfrutar. Mantener el interés en realizar actividades lúdico-sociales y de distracción. Si algunas actividades (higiene personal, relaciones sexuales) producen ahogo, hay que consultarlo al médico.