Cuidar los huesos durante la infancia
Durante la infancia, muchos niños sufren problemas musculoesqueléticos, al estar en crecimiento, los huesos de los menores son muy susceptibles de padecer lesiones traumáticas, especialmente en las zonas de crecimiento
Durante la infancia, muchos niños sufren problemas musculoesqueléticos. Y es que, al estar en crecimiento, los huesos de los menores son muy susceptibles de padecer lesiones traumáticas, especialmente en las zonas de crecimiento. Las lesiones más graves son las fracturas, especialmente de muñeca y codo. En el caso del recién nacido, hay que descartar luxación de cadera, y durante el crecimiento, problemas de angulación y rotación anómalas de las extremidades inferiores. En el niño más mayor se encuentran problemas de cadera y en las niñas adolescentes, problemas de espalda como la Escoliosis.
Además, el sobrepeso puede favorecer desviaciones angulares de las extremidades inferiores y provocar dolor en zonas sensibles de crecimiento de talones y rodillas. El bajo peso relacionado con la anorexia y la baja ingesta de calcio provocan pérdida de masa mineral del hueso y, como consecuencia, mayor riesgo de fracturas.
Peso excesivo en mochilas
El peso excesivo de las mochilas puede favorecer la aparición de Dolor de Espalda. Por ello, se recomienda llevar mochilas con el menor peso posible (menos del 10% del peso corporal), con bandas anchas y acolchadas, colgadas en los dos hombros, cerca del cuerpo y ni muy altas ni muy bajas. Los carritos pueden ser una alternativa para no soportar tanta carga de peso en la columna, pero presentan otros inconvenientes: son más incómodos al subir o bajar escaleras, producen una carga de tracción asimétrica en el tronco y, en general, no son tan bien aceptados.
Un buen tratamiento
Para que estos problemas no afecten al crecimiento del niño, deben tratarse adecuadamente, una lesión de la zona de crecimiento puede provocar que aquel hueso no crezca o lo haga provocando una desviación progresiva. Por ello, en el caso de las fracturas es imprescindible una exquisita alineación y contención de la zona lesionada, aunque para ello sea necesaria una intervención quirúrgica.