¿Cuándo aparece la Hipertrofia Benigna de Próstata?
La Hipertrofia Benigna consiste en una hiperplasia del tejido fibromuscular y glandular de la próstata. Puesto que no hay datos concluyentes que demuestren qué tipos de hábitos dietéticos o de tipo de vida pueden influir en su aparición, actualmente no hay recomendaciones para evitar la Hiperplastia Prostática
La próstata es una glándula sexual accesoria situada en la cara inferior de la vejiga, posterior al pubis y anterior al recto. A partir de los 50 años, a veces antes, la próstata sufre un crecimiento de carácter benigno conocido como Hipertrofia Benigna.
La Hipertrofia Benigna consiste en una hiperplasia del tejido fibromuscular y glandular de la próstata. Puesto que no hay datos concluyentes que demuestren qué tipos de hábitos dietéticos o de tipo de vida pueden influir en su aparición, actualmente no hay recomendaciones para evitarla.
Síntomas de la Hipertrofia Benigna de Próstata
El conjunto de síntomas de la Hipertrofia Benigna Prostática (HBP) se conoce como prostatismo. Este concepto engloba tanto la sintomatología irritativa como la obstructiva.
La sintomatología irritativa más frecuente es:
- Orinar con frecuencia durante el día (polaquiuria diurna)
- Necesidad de orinar durante la noche (nocturia)
- Ganas imperiosas de orinar (urgencia)
- Molestias hipogástricas
La sintomatología obstructiva más frecuente es:
- Retraso en el inicio de la micción
- Disminución en el calibre y fuerza del chorro
- Micción intermitente
- Retención urinaria
- Incontinencia por rebosamiento
Factores de riesgo
Aunque puede ser antes, normalmente la HBP aparece en hombres a partir de los 50 años. Los síntomas suelen desarrollarse de diferentes formas en cada paciente, por lo que es difícil saber cómo evolucionará en cada hombre.
En un estudio realizado en Baltimore se calculaba que un varón mayor de 60 años y con sintomatología de prostatismo tenía un riesgo del 34% de precisar una Cirugía Prostática en un periodo de 10 años; sin los síntomas, el riesgo descendía al 13%.
Consecuencias
La HBP provoca el empeoramiento en la calidad de vida del paciente. La evolución con los años del crecimiento prostático puede llevar a la retención crónica de orina en la vejiga, a la formación de Cálculos Vesicales, e incluso a la dilatación uretral y renal, que puede derivar en Insuficiencia Renal.
Tratamientos
Actualmente no existe un consenso en la indicación del tratamiento. Las posibilidades terapéuticas son múltiples y abarcan desde el tratamiento farmacológico al quirúrgico tradicional, pasando por múltiples alternativas mínimamente invasivas. Es el urólogo el que tiene que valorar qué indicación médica es más adecuada en el tratamiento de cada paciente.
Cuando el tratamiento médico falla o existen problemas añadidos, el tratamiento quirúrgico se resume en Resección Transuretral con energía mono o bipolar, Cervicotomía, Vaporización Prostática, y Adenomectomía con Láser de Holmium o por Cirugía Convencional. Dependiendo del volumen prostático y de la tecnología de la que disponga el Urólogo cualquiera de estas posibilidades pueden ser el tratamiento idóneo para el paciente.