Conoce qué es la Terapia Familiar
En este tipo de terapia participan todos los miembros de una familia que conviven en un mismo hogar. Se puede recurrir a un Terapia Familiar para mejorar la comunicación y las relaciones.
La Terapia Familiar es un tipo de Terapia Psicológica donde su propósito principal es ayudar a los miembros de una familia a comunicarse y relacionarse adecuadamente. En una Terapia Familiar están todos los miembros de una familia y se trata de un ciclo de vida donde sólo puede que esté mamá y papá de una generación o bien, hijos de varias generaciones donde también viven los abuelos.
Uno de los principales problemas es el vivir en un mismo sistema, con una familia donde cada uno tiene su estabilidad y bienestar emocional a pesar de los diferentes puntos de vista, comprender la vida de manera diferente y cómo lograr entrelazar esta dinámica, esos roles, jerarquías para establecer límites, entender que rol cumple cada integrante de la familia y cómo cumplir con él.
Una de las problemáticas por las que más se recurre a terapia es por la situación de los roles, la falta de comunicación, los límites (hasta dónde puede llegar una persona y hasta dónde no) y hasta qué parte estructuro esa jerarquía para que ese sistema familiar funcione adecuadamente.
Terapia Familiar o Terapia Individual
El Terapeuta definirá qué tipo de terapia conviene dependiendo de la situación, esto se debe a que muchas veces dentro de las familias se pueden tener diagnósticos diferentes, por lo que se debe hacer un seguimiento distinto.
Un buen ejemplo relacionado con lo anterior es cuando un miembro de la familia está pasando por una Depresión, entonces no sólo se debe abordar o direccionar al paciente con otro Psicólogo que sea más a fin a esta problemática, sino que el terapeuta inicial debe abordar a la familia para que sepan cómo ayudarlo y acompañarlo. Por otro lado, cuando una persona tiene una situación de enfoque individual porque tiene muchos conflictos sin resolver el Terapeuta puede tomar la decisión de hacer algunas sesiones individuales con el paciente y después, retomar la Terapia Familiar.
Actividades dentro de la Terapia Familiar
Las actividades dependen del enfoque. Hay varias actividades que se realizan como Juego de Roles, hay otras estrategias, herramientas o ejercicios que se utilizan con el fin de darle una perspectiva diferente a la familia.
Estas actividades tienen el fin de que cada miembro de la familia pueda exponer sus necesidades, ya que la mayoría de las situaciones familiares son porque no saben cómo hacerlo; tales necesidades pueden ser como sentirse más amados, que lo toman en cuenta o que sus opiniones son importantes. Es decir, todas estas situaciones se trabajan a través de la Terapia, periten identificarlas y ponerlas en contexto de la vida cotidiana y entender que esos límites o roles muchas veces no les competen a los pacientes, esto es que les permite ver desde una perspectiva diferente.
Duración y cuándo acudir
Se recomiendan dos sesiones de 50 minutos, sobre todo cuando son familias grandes y para que todos sean escuchados, también va depender de las dificultades que se vayan a tratar. La idea principal de la Terapia es que se hagan acuerdos que proponen los miembros de la familia.
Se recomienda acudir cuando se nota que una situación no se puede mediar, cuando la convivencia es caótica o hay muchas discusiones. Se puede comenzar por hacer pequeños cambios en las dinámicas de la familia para evitar los conflictos.
Aspectos a considerar
Vale la pena decir que lo importante dentro de la Terapia Familiar es el hecho de que se tengan que establecer límites, roles y jerarquías claras dentro de la familia. Se debe tener la capacidad de adaptarse y ser flexibles ante todos los puntos de vista, entonces, entre más se conozca la familia como núcleo, si reconocen sus ventajas y desventajas de cada uno de los integrantes, será más fácil tener una convivencia sana y un bienestar emocional, además de vivir en armonía y respeto a los espacios.
Todo lo anterior dependerá del Estilo de Crianza, creencias y estructuras que tienen las personas, las cuales no se pueden cambiar. Todo comienza desde la comunicación para evitar asumir o tener mal interpretaciones que provoquen conflictos.