Conoce las causas y los síntomas de la Osteoartritis

Conoce las causas y los síntomas de la Osteoartritis

Editado por: TOP DOCTORS® el 18/04/2023

La Osteoartrosis, también conocida como Osteoartritis, es una enfermedad articular degenerativa crónica que se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago que recubre las superficies articulares y por cambios en el hueso subyacente


La Osteoartrosis es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y se estima que afecta a más del 10% de la población adulta en Colombia. En este artículo, discutiremos la etiología, fisiopatología, manifestaciones clínicas, diagnóstico y opciones de tratamiento para la Osteoartrosis.


Etiología


La Osteoartrosis es una enfermedad multifactorial que puede ser causada por una combinación de factores genéticos, envejecimiento, Obesidad, Lesiones Articulares y sobrecarga mecánica. Los factores genéticos (herencia) pueden influir en la estructura y función del cartílago y la capacidad del cuerpo para reparar el tejido articular dañado.


El envejecimiento es un factor importante en la aparición de la Osteoartrosis, ya que el cartílago pierde su capacidad de reparación y las articulaciones están expuestas al estrés del movimiento y al daño mecánico a lo largo del tiempo.


La Obesidad es un factor de riesgo importante, ya que la sobrecarga mecánica (sobrepeso) puede dañar el cartílago y aumentar la inflamación en las articulaciones. Las Lesiones Articulares agudas, como las fracturas y las lesiones de los ligamentos, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar Osteoartrosis.


Fisiopatología


La Osteoartrosis se caracteriza por la degeneración (pérdida) del cartílago articular, que se vuelve más delgado y pierde su capacidad de absorber y distribuir las cargas mecánicas en la articulación durante el movimiento. La degradación del cartílago está mediada por enzimas proteolíticas que son producidas por unas células llamadas los condrocitos y los sinoviocitos, en respuesta a diferentes estímulos externos incluidos estímulos inflamatorios.


La inflamación crónica también activa los osteoclastos, que son células encargadas de la reabsorción ósea. La degradación del cartílago y el aumento de la reabsorción ósea resultan en una disminución de la densidad ósea y la formación de espolones óseos. La remodelación ósea altera la biomecánica de la articulación, lo que puede llevar a deformidades y limitación del movimiento.


Manifestaciones clínicas


Los síntomas de la Osteoartrosis incluyen:



El dolor articular suele ser de carácter mecánico, es decir, empeora con la actividad y mejora con el reposo. La rigidez articular es más común por la mañana o después de períodos de inactividad y generalmente mejora con el movimiento.

La limitación del movimiento es progresiva y puede ser causada por la deformidad articular o la disminución del espacio articular. Además de los síntomas articulares, la Osteoartrosis también puede estar asociada con comorbilidades como Depresión, Ansiedad y Obesidad.


Diagnóstico


El diagnóstico de la Osteoartrosis se basa en la evaluación clínica y, en la mayoría de casos, en la toma de Radiografías. El reumatólogo realizará una historia clínica detallada y un examen físico, en el que se evaluará la presencia de dolor, rigidez y limitación del movimiento. El examen físico también puede identificar deformidades articulares y signos de inflamación.


Las Radiografías son útiles para confirmar el diagnóstico de Osteoartrosis y evaluar la gravedad de la enfermedad. Las Radiografías pueden mostrar la disminución del espacio articular, la formación de espolones óseos y la deformidad articular. En algunos casos, se puede utilizar la Resonancia Magnética para evaluar el cartílago y otras estructuras articulares.


Tratamiento


El tratamiento de la Osteoartrosis se basa en la reducción del dolor, la inflamación y la mejora de la función articular. Las opciones de tratamiento incluyen el manejo no farmacológico, como la Fisioterapia (terapia física) y la pérdida de peso; y el manejo farmacológico, como los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos. En casos avanzados, la cirugía, como la Artroplastia total de la articulación, puede ser necesaria.


El manejo no farmacológico incluye ejercicios de fortalecimiento muscular, terapia física y cambios en el estilo de vida, como las medidas de control de peso y el uso de dispositivos de asistencia para la movilidad (férulas y/o ortesis).


Asimismo, las modificaciones en el estilo de vida como la suspensión del tabaquismo y la realización de actividad física regular (ejercicio) son medidas importantes dentro del tratamiento. La terapia física ayuda de forma importante a mejorar la flexibilidad, la fuerza y la movilidad articular, lo que permite reducir el dolor y mejorar la función articular.


El manejo farmacológico incluye el uso de analgésicos, como el paracetamol y los opiáceos, y los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y el naproxeno. Los analgésicos pueden ayudar a reducir el dolor articular, mientras que los antiinflamatorios no esteroideos pueden reducir la inflamación y el dolor. Sin embargo, el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos puede estar asociado con efectos secundarios, como Enfermedad Acido Péptica y daño renal. Por lo tanto, el seguimiento periódico por el reumatólogo permitirá reducir la probabilidad de efectos adversos con estos medicamentos.


En casos avanzados, la cirugía puede ser necesaria para reemplazar la articulación dañada. La Artroplastia total de la articulación es un procedimiento quirúrgico común en el que se reemplaza la articulación dañada con una Prótesis. Esta técnica es comúnmente utilizada en la Osteoartrosis de la cadera y la rodilla. A pesar de ser un procedimiento invasivo, ha demostrado beneficio para mejorar el dolor, la función y la calidad de vida de los pacientes con Osteoartrosis grave.


Por otro lado, la Osteotomía es un procedimiento quirúrgico que implica la alteración de la forma del hueso para redistribuir la carga articular y mejorar la función de la articulación. Esta técnica se utiliza comúnmente en la Osteoartrosis de la rodilla y es una alternativa en pacientes jóvenes y activos que aún no presentan una degradación severa de la articulación.


Prevención


Si bien la Osteoartrosis es una enfermedad crónica y degenerativa que puede ser difícil de prevenir, hay algunos factores que se pueden controlar para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad, como mantener un peso saludable (índice de masa corporal normal), realizar actividad física de manera regular (ejercicio), evitar lesiones en las articulaciones (trauma) y mantener una buena postura. También se debe tener cuidado al realizar actividades que involucren movimientos repetitivos y usar calzado adecuado que brinde soporte y amortiguación a las articulaciones.


En resumen, la Osteoartrosis es una enfermedad articular degenerativa que puede causar dolor, limitación del movimiento y discapacidad. Si bien no existe una cura para esta enfermedad, existen varias opciones de tratamiento disponibles para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.


Los pacientes también pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad y modificar estilos de vida. Es importante que los pacientes con síntomas de Osteoartrosis busquen atención temprana con un reumatólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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