¿Cómo se tratan las fístulas anales?

¿Cómo se tratan las fístulas anales?

Editado por: TOP DOCTORS® el 23/02/2023

Las fístulas anales pueden ser más o menos complejas. En todos los casos, se requiere cirugía para su tratamiento.

La fístula es una de las patologías en las que la experiencia del cirujano se relaciona más con los resultados. Por ello, se requieren coloproctólogos expertos para tratarlas.

¿Por qué se produce una fístula?

Cuando se produce una fístula, la piel cercana al ano está comunicada con su interior a través de un trayecto supurativo. Esto puede aparecer, bien de forma espontánea, o bien tras una inflamación aguda o absceso.

Hay fístulas simples, en las cuales el trayecto está muy cercano a la piel y abarca muy poca cantidad de esfínteres del ano.

Otras fístulas son más complejas, con trayectos que atraviesan el esfínter a mayor altura, ramificaciones, abscesos… En estos casos pueden suponer un problema realmente difícil de tratar.

Para valorar el tipo de fístula, se requiere una exploración anal sistemática y, en muchas ocasiones, un método de imagen como la ecografía endoanal o la resonancia magnética pélvica.

 

Fístulas, tratamiento

En cualquier caso, para tratar las fístulas siempre se precisa cirugía, y ésta es muy variable:

- En casos más simples basta con abrir el trayecto desde el orificio interno del ano hasta el externo, seccionando una pequeña cantidad de músculo esfínter incluso bajo anestesia local y sedación. Ello no suele afectar la capacidad de contener los aires o las heces, a menos que existan factores de riesgo o lesiones previas.

- El problema es mayor en casos complejos. Para ellos se requiere anestesia general o raquídea y técnicas especializadas que no impliquen seccionar el esfínter anal. Algunas de las más usadas son la ligadura del trayecto (LIFT), colgajos de avance (a modo de injertos), reconstrucciones esfinterianas, o determinados pegamentos biológicos.

Las molestias son habitualmente escasas. Los casos simples pueden no requerir siquiera ingreso, y la vuelta a las actividades normales es rápida. Queda una herida abierta que precisa higiene, desinfectante y unas gasas para absorber la secreción. Las deposiciones no afectan a la curación ni suelen producir dolor.

En casos complejos se puede precisar una estancia de 24-48 horas, y alguna restricción en la dieta durante unos días, así como curas de la herida por un profesional.

 

Cirugía de fístula, riesgos y complicaciones

El riesgo fundamental en el tratamiento de las fístulas es que haya dificultad para retener voluntariamente los gases o incluso las heces. Existe algo de mayor riesgo en casos complejos, en los que se precisan las técnicas ya comentadas para evitarlo o disminuirlo sustancialmente.

Las fístulas simples no suelen reproducirse, y se curan en más del 90%. Sin embargo, algunas especialmente complejas, con múltiples trayectos y cavidades  pueden ser muy difíciles de tratar sin alterar la continencia anal, con riesgos de reproducción de incluso un 30% o más.

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