¿Cómo disminuir el Índice de Masa Corporal (IMC)?
La clave para bajar el IMC es cambiar los hábitos alimenticios y comenzar a tener actividad física más a menudo
El Índice de Masa Corporal (IMC) es una buena referencia para saber el peso correcto que debería tener una persona. Aunque el IMC no está relacionado al nivel de grasa corporal, el cálculo de ambos sí ofrece rangos que los especialistas recomiendan no sobrepasar pata así evitar sufrir enfermedades como Sobrepeso, Hipertensión, Diabetes, entre otras.
Se recomienda mantener un buen equilibrio entre dieta y ejercicio para bajar el índice. A continuación, presentaremos algunos consejos.
Conocer Índice de Masa Corporal es primordial para comenzar a cuidarse
El IMC es fácil de calcular con la siguiente fórmula: IMC= Peso / Altura2
La división del peso en kilogramos entre la altura en centímetro al cuadrado. El resultado se compara con una tabla y así se puede saber que tan pasada de peso está una persona.
- IMC de 18,5 a 25: Peso normal
- IMC de 25 a 30: Sobrepeso
- IMC mayor de 30: Obesidad
- IMC es mayor de 40: Obesidad severa
Cuando el índice es mayor de 40 es de vital importancia visitar a un especialista. Si la persona se encuentra en los primeros rangos entre 25 a 30, es momento de comenzar a cambiar los hábitos alimenticios y de ejercicio.
La clave para bajar el IMC es cambiar los hábitos alimenticios y comenzar a tener actividad física más a menudo. Es importante que las personas tengan presente para qué sirve conocer este dato.
Si bien calcular el IMC sólo cuando uno siente pasado de peso y que este resulte en verdad alto no significa que ya se padece una enfermedad degenerativa, pero sí es señal de que debe comenzar a tener cuidado.
Consejos para bajar el IMC: Alimentación
La alimentación es un factor determinante para bajar el IMC, aunque se deben combinar con ejercicio y beber agua.
Los frutos rojos proporcionan antioxidantes y minerales que ayudan a acelerar las funciones del organismo como el procesamiento de las grasas. Los carbohidratos son esenciales para el cuerpo, pero es mejor si no se obtienen tanto de harinas blancas, lo mejor es consumir alimentos integrales bajos en almidones.
La fibra natural que se obtiene de frutas como la manzana y la pera son muy buenos para mejorar la digestión; agregar un poco de avena o linaza a un batido es también una buena opción.
Las personas suelen combinar mal su alimentación, en el desayuno no ingieren las calorías necesarias para comenzar el día, en cambio abusan de las azucares refinadas del pan o las bebidas azucaradas. Un buen almuerzo puede ser incluso las sobras de la comida del día anterior. En la comida fuerte de la tarde es recomendable consumir carnes asadas, no fritas, pescado, ensaladas, vegetales y la suficiente proteína.
Entre comidas se puede tomar refrigerios, lo recomendable es comer semillas del tipo cacahuates, no salados, nueces y frutos secos. La cena debe ser lo más ligera posible, una buena opción es el yogurt natural, galletas integrales, vegetales al vapor con aderezos bajos en calorías, los cuales se pueden acompañar con queso Cheddar.
Evite el sedentarismo
El sedentarismo es hoy en día una forma de vida que acarrea muchos problemas para el organismo, la falta de actividad física ayuda a la acumulación de grasa en el cuerpo y que el metabolismo se haga más lento. El ejercicio es una excelente forma de acelerar el ritmo del metabolismo y así mantener el IMC en un nivel saludable y fuera de riesgo de que se convierta en un grado avanzado de Obesidad.