¿Cómo construir una verdadera relación de pareja?

¿Cómo construir una verdadera relación de pareja?

Editado por: Amairani Rua el 20/01/2025

La construcción de una relación de pareja comienza con etapas llenas de magia: conocerse, enamorarse y decidir formar una familia.

 

Son momentos de alegría, ilusión y de un profundo deseo de bienestar mutuo. Estos sentimientos nacen desde lo más profundo del corazón, impulsados por la intención genuina de compartir lo mejor de sí mismos con el otro.


Sin embargo, con el paso del tiempo, la convivencia y las dinámicas propias de la vida en pareja, es natural que surjan desafíos. Pequeñas diferencias que antes eran imperceptibles pueden intensificarse, y la percepción de las debilidades del otro puede ganar protagonismo. Si a esto sumamos las exigencias económicas, los hijos, las responsabilidades laborales y las influencias de las familias de origen, es comprensible que surjan momentos de crisis.


El camino del autoliderazgo

Es vital recordar que el bienestar personal es la piedra angular de cualquier relación. Ser adulto significa asumir la responsabilidad de nuestras emociones, pensamientos y acciones. La plenitud no proviene de nuestra pareja, sino de la relación que tenemos con nosotros mismos. Pretender que alguien más llene nuestros vacíos emocionales es un error que solo perpetúa el conflicto.


Como adultos, nuestra responsabilidad es liderarnos, llenando y sanando los vacíos personales que traemos desde nuestra historia. Si esperamos que nuestra pareja cubra nuestras carencias o nos complete, estamos delegando una tarea que solo nos corresponde a nosotros. Nadie más tiene el poder de hacernos felices, salvo nosotros mismos.


Si te encuentras en medio de una Crisis de Pareja, independientemente de si decides continuar juntos o tomar caminos separados, comienza por examinar tu propia felicidad. Pregúntate: 

  • ¿Estoy feliz conmigo mismo?
  • ¿Estoy viviendo de acuerdo con mis pasiones y valores?
  • ¿Puedo ser auténtico, espontáneo y disfrutar de la vida con libertad?
  • ¿Reconozco quién soy y trabajo activamente en mis áreas de mejora?


Solo al responder estas preguntas de manera positiva podrás construir o reconstruir los pilares fundamentales de una relación saludable y significativa.


Los tres pilares de una relación sólida

Comunicación amorosa

Una comunicación efectiva se basa en el respeto, la claridad y la empatía. No hay lugar para las suposiciones; cada duda se aclara, cada necesidad se expresa. entonces todo se pregunta, hasta el más mínimo detalle. Preguntar desde lo más mínimo hasta lo más importante o trascendental. Por ejemplo, preguntaras si le sirves un vaso de agua en el vaso que más le gusta o en el primer vaso que encuentres; preguntaras si lo estas apoyando para que pueda sanar sus vacíos infantiles y si el mismo está logrando hacerse feliz.

Admiración

En el inicio del amor, es fácil admirar las cualidades, talentos y esfuerzos de la otra persona. Sin embargo, mantener viva esta admiración requiere un esfuerzo consciente. Reconocer los logros, celebrar los esfuerzos diarios y valorar las virtudes de tu pareja fortalece la conexión y la motivación mutua para crecer.

Propósito en común

Una pareja sólida comparte intereses, actividades y, sobre todo, un propósito de vida. Tener metas claras y trabajar juntos para alcanzarlas crea una conexión especial que trasciende las dificultades cotidianas.


Decisiones maduras y responsables

Si tras reflexionar sobre estos pilares ambos concluyen que aún pueden trabajar juntos para mejorar, entonces estarán listos para reconstruir su relación desde una base sólida. Trabajen juntos con compromiso y dedicación. Cambien sus patrones de comunicación, recuperen la admiración y definan un propósito común.


Si, por el contrario, reconocen que estos elementos esenciales ya no están presentes, es momento de iniciar un proceso de separación maduro y respetuoso. Una separación no debe convertirse en una batalla destructiva. Cada uno debe asumir su responsabilidad con integridad y sin culpas.


Terminar una relación no debe ser un acto de reproches ni resentimientos. Debe hacerse con elegancia, gratitud y plena responsabilidad por los aciertos y errores de cada uno. Este proceso deberá no solo honrar lo que un día construyeron juntos, sino que también protege el bienestar emocional de quienes los rodean, especialmente si tienen hijos. Actuar desde la inteligencia emocional y el respeto permite cerrar ciclos sin destruir lo bueno que en algún momento compartieron. 

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