Cirugías Otorrinolaringológicas: Oído, nariz y laringe
La Otorrinolaringología abarca un área amplia, ya que se ocupa de afecciones relacionadas con el oído, la nariz, los senos paranasales (espacios dentro del cráneo) y la laringe. Existen diversas cirugías que se realizan para mejorar la función de estas estructuras.
Cirugías del Oído
Entre las cirugías más comunes del oído se encuentran:
- Timpanoplastía: para corregir perforaciones timpánicas y mejorar la audición en casos de infecciones crónicas
- Cirugía para Otitis Crónica: se coloca tubos de ventilación en niños con infecciones recurrentes o acumulación de líquido en los oídos que afecta la audición
Cirugías de la Nariz
Las intervenciones en la nariz tienen como objetivo mejorar la respiración y solucionar problemas de apnea del sueño o, en algunos casos, por razones estéticas. Entre las cirugías más comunes se encuentran:
- Septoplastía: para corregir el tabique desviado
- Turbinoplastía: para reducir los cornetes agrandados
- Cirugía Endoscópica Nasosinusal: utilizada para tratar la Sinusitis Crónica
El objetivo de estas cirugías es restaurar la función nasal, mejorando la respiración, reduciendo el ronquido nocturno y facilitando una mejor capacidad pulmonar durante el ejercicio.
Cirugías de la Laringe
En la laringe, se realizan cirugías como:
- Extirpación de Pólipos en las Cuerdas Vocales
- Tratamiento de lesiones premalignas, especialmente en personas fumadoras o con sospecha de Cáncer Laríngeo
Estas cirugías mejoran la calidad de la voz y previenen complicaciones más graves.
Cirugías en niños
En los niños, las cirugías más frecuentes son las de:
- Amígdalas y adenoides, que ayudan a reducir infecciones respiratorias recurrentes, obstrucción nasal y ronquidos nocturnos
- Colocación de tubos de ventilación en los oídos para tratar Otitis a repetición o pérdidas auditivas causadas por acumulación de líquido
Evaluación preoperatoria
Antes de cualquier cirugía, es crucial realizar un examen físico completo para identificar las condiciones del paciente. Para un diagnóstico más preciso, se utilizan herramientas como:
- Fibronasolaringoscopía: examen con cámara para visualizar la anatomía nasal
- Tomografía: para evaluar las estructuras internas
- Audiometría: en el caso de Cirugía de Oído, para medir el grado de pérdida auditiva
Recuperación y cuidados postoperatorios
La recuperación varía según el tipo de cirugía. En procedimientos de amígdalas y adenoides, suele ser dolorosa y requiere analgésicos y reposo en casa por una semana para evitar complicaciones como el sangrado. En cirugías de la nariz, se colocan tapones o materiales para controlar el sangrado.
Es fundamental una buena comunicación con el Otorrinolaringólogo para un adecuado seguimiento postoperatorio. Cumplir con las indicaciones y mantener reposo garantiza una mejor recuperación.
Las cirugías otorrinolaringológicas pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Al corregir problemas como la desviación septal, la Sinusitis o las lesiones laríngeas, los pacientes experimentan una notable mejoría en su respiración, audición y calidad de voz.