Cirugía Reconstructiva de Rodilla: una opción para aliviar el dolor
Este procedimiento se divide en dos grandes grupos: Cirugía de Preservación y Cirugía de Reemplazo de Rodilla
La Cirugía Reconstructiva de Rodilla, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo principal es reestablecer ciertas partes anatómicas de la rodilla que se ven comprometidas por un desgaste o rotura.
Tenemos varios tipos de Cirugía Reconstructiva y se divide en dos grandes grupos:
- Cirugía de Preservación. En esta cirugía se pretende mantener la rodilla original de los pacientes. Se enfoca a tres zonas que se pueden lesionar: Ruptura de los Ligamentos Cruzados (es más común en los deportistas y se realiza con injertos de la misma rodilla para lograr la reconstrucción del ligamento), Lesiones de los Meniscos (los meniscos son empaques que tienen dos funciones importantes, absorber la carga durante el impacto y contribuyen a la estabilidad. Se hace cirugía en dos modalidades, la sutura que es cocer el fragmento roto del menisco; y el procedimiento de remodelación donde se quita el menisco roto) y las Lesiones del Cartílago (el cartílago es un t ejido que recubre los extremos de los huesos y entra en contacto a nivel de las articulaciones. En este caso se hacen cirugías donde se limpian y cortan pedazos sueltos, y se deja un tejido que permita la cicatrización).
- Cirugía de Reemplazo de Rodilla. Pueden ser por segmentos o reemplazos totales. Este procedimiento se realiza para desgastes severos que ya no se pueden preservar. Se coloca una prótesis interna de rodilla que va en el fémur y en la tibia proximal, posteriormente se utiliza un plástico especial para que haya articulación entre las dos.
Problemas en la rodilla
Los padecimientos más comunes en la rodilla, se derivan de eventos traumáticos, es decir, traumas agudos de impacto grande (caerse de una moto, accidente de auto, accidente por atropellamiento, entre otros) y traumas repetitivos (es común en los deportistas ya que realizan actividades repetitivas como el trote en el pavimento, donde hay un impacto constante en una mala superficie).
Están los factores del día a día, por ejemplo: las personas que están corriendo o trotando y se lastiman las rodillas. Cabe mencionar que la actividad cotidiana que provoca un desgaste progresivo en la rodilla, es subir y bajar escaleras.
También puede existir el factor hereditario, como la Artrosis que en la mayoría de los casos ya fue diagnosticada en algún familiar cercano.
No obstante, el Sobrepeso y la Obesidad también son causas de riesgo porque está la sobrecarga mecánica del peso y la producción de sustancias que inflaman y degradan el cartílago.
Síntomas y diagnóstico
Hay tres síntomas específicos que ayudan al médico a saber si hay algún problema en la rodilla y son:
- Dolor. Puede ser súbito y agudo, si es un trauma; usualmente va acompañado de inflamación. La intensidad del dolor no es proporcional a la lesión que se tiene.
- Inflamación. Depende del paciente y del tipo de trauma. Cabe mencionar que hay ocasiones donde es muy visible y otras no tanto.
- Limitación funcional. Se refiere a que el paciente no puede doblar y estirar, además del impedimento de actividades como caminar, subir escaleras, correr, vestirse, entre otras.
El diagnóstico se realiza con los síntomas y los signos que indica el paciente, estos nos dan un parámetro de la enfermedad.
Cabe mencionar, que el médico debe fijarse en la posición de la rodilla y realizar tacto para saber si duele o existe alguna sensación diferente, también podría solicitar algunas pruebas más, por ejemplo: las Radiografías que son muy importantes para realizar el diagnóstico porque ayuda al médico a conocer la alineación de la rodilla y saber si hay fracturas o lesiones.
También se realiza la Resonancia, pero sólo en casos muy específicos y por último la Gamagrafía que es más actual y se realiza para patologías más fuertes.