Cirugía Endoscópica de Base del Cráneo
En los casos en donde la tumoración, benigna o maligna, tenga las dimensiones adecuadas y no obstruya estructuras adyacentes, se recomienda la Cirugía Endoscópica de Base del Cráneo
La Cirugía Endoscópica de Base del Cráneo es el tratamiento quirúrgico de las lesiones inflamatorias o tumorales situadas en el techo de las fosas nasales, que están en contacto directo con la cavidad craneal.
Requiere la colaboración del Otorrinolaringólogo y el Neurocirujano para conseguir un amplio abordaje y la seguridad de la extirpación completa de la enfermedad. Se realiza utilizando el control endoscópico de las cavidades, por vía endonasal sin necesidad de realizar incisiones externas.
Se trabaja a través de las dos fosas nasales y a cuatro manos: por una de ellas se introducen el endoscopio y la irrigación o la aspiración y, por la otra fosa, se introducen las pinzas que extirparán la tumoración.
Este tipo de cirugía permite estancias hospitalarias mucho más cortas porque al realizarse por vías naturales, sin necesidad de incisiones externas ni afectación de tejidos, minimiza las reacciones inflamatorias, con menos dolor y menos efectos secundarios, a pesar del riesgo intrínseco de este tipo de abordajes neuroquirúrgicos.
El paciente adecuado
Este tipo de cirugía es recomendable en todos los casos en que la tumoración, benigna o maligna, tenga las dimensiones adecuadas y no invada estructuras adyacentes como la órbita o el parénquima cerebral, ni se proyecte por fuera de las estructura neurovasculares como las carótidas o el nervio óptico.
Está indicada en casos de tumoraciones de las fosas nasales y senos paranasales, de la glándula hipofisaria o con tumores de origen intracraneal como Meningiomas, Meningoceles, Fístulas de Líquido Cefalorraquídeo, etc.
Beneficios de la Cirugía Endoscópica de Base del Cráneo
Permite una mejor visualización de las lesiones y de sus límites. Un mejor control y precisión de los movimientos que permiten preservar nervios y arterias de pequeño calibre, lo cual redunda en menos secuelas postoperatorias.
La revisión de la cavidad quirúrgica con ópticas anguladas asegura la correcta extirpación de la tumoración y la reparación precisa de los defectos de la base de cráneo producidos durante la extirpación del tumor. Todo ello supone un beneficio para el paciente, con una menor estancia hospitalaria y menos efectos secundarios.