Cirrosis desde su causa hasta su tratamiento
La Cirrosis es una enfermedad crónica difusa e irreversible del hígado, caracterizada por la presencia de fibrosis y por la formación de nódulos de regeneración, que conducen a una alteración de la arquitectura vascular, así como de la funcionalidad hepática
Causas de la Cirrosis
La Cirrosis es una enfermedad del hígado que tiene varias causas, tradicionalmente se divide en Hígado Graso de origen alcohólico e Hígado Graso no alcohólico (NAFL). El alcohol es la principal causa de Cirrosis, aunque sólo el 12% de los pacientes alcohólicos evolucionan a Cirrosis; por otro lado, el NAFL tiene su origen en la Obesidad y está íntimamente relacionada con el síndrome metabólico (Hipertensión Arterial, Hiperglicemia e Hiperlipidemia). Los virus de la Hepatitis B, C y D también son causa importante de Cirrosis Hepática.
Otras causas menos frecuentes de Cirrosis incluyen la enfermedad de Wilson, la hemocromatosis, Cirrosis autoinmune y Cirrosis de origen biliar.
La Cirrosis causa cerca de 800.000 muertes anuales y es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres.
Fisiopatología de la Cirrosis
En la Cirrosis hay una fibrosis progresiva del tejido hepático, es decir, se remplazan los hepatocitos normales funcionales, por tejido conectivo cicatricial, este es un proceso continuo, que dura años e incluso décadas, generalmente asintomático, pero que produce cambios en la estructura histológica y macroscópica del hígado.
Teniendo en cuenta que el hígado es el órgano responsable de la mayoría de los procesos metabólicos del organismo, todo el sistema de equilibrio del cuerpo se ve comprometido.
Complicaciones de la Cirrosis
- Hipertensión Portal
Con el tiempo, la misma fibrosis hepática produce una obstrucción mecánica de la circulación del hígado, una alteración de la circulación portal, lo que conlleva a un proceso denominado Hipertensión Portal, que no es otra cosa que el aumento de la presión de la sangre que entra al hígado debido a esa obstrucción
- Várices Esofágicas, Esplenomegalia y Hemorragia Digestiva
La hipertensión portal implica que todo el sistema venoso portal previo al hígado, se dilata, lo que frecuentemente desencadena aumento del tamaño del bazo (Esplenomegalia) y dilatación de las venas del esófago (Várices Esofágicas). Una complicación frecuente de la Cirrosis es la hemorragia de vías digestivas altas, precisamente por ruptura de las Várices Esofágicas, que puede incluso llevar a la muerte del paciente
- Ascitis
Otra complicación frecuente en la Cirrosis, es la extravasación de líquido hacia la cavidad peritoneal (Ascitis), y su inicio marca un antes y un después en el estado cirrótico, pues, comúnmente marca la descompensación del paciente cirrótico.
La Ascitis se explica por el aumento de la presión en el sistema portal, lo que hace que la linfa se extravase y se deposite en la cavidad peritoneal, además, la congestión del bazo, hace que se dispare el eje renina-angiotensina-aldosterona, lo que provoca retención de sodio, que por efecto osmótico retiene también agua, aumentando la Ascitis.
La Ascitis puede hacer que se provoque dificultad respiratoria, especialmente cuando el paciente está acostado, debido a que el líquido limita la movilidad del diafragma
- Síndrome Hepato – Renal
El Síndrome Hepato-Renal, es una complicación de la Cirrosis avanzada, en la que ocurre una alteración de la función renal, generalmente ocurre posterior a una hemorragia de vías digestivas
- Encefalopatía Hepática
La Encefalopatía Hepática, es una de las complicaciones más graves de la Cirrosis, se produce porque el hígado no puede ejercer su función metabólica y se acumula amonio que intoxica al cerebro y produce síntomas psiquiátricos, va desde cambios en el patrón del sueño hasta el coma hepático
- Peritonitis
Otra complicación severa de la Cirrosis, es la Peritonitis Bacteriana Espontánea, ocurre por la misma flora intestinal normal del paciente, pues la barrera intestinal se ve permeada e ingresan una serie de bacterias a la circulación, que en condiciones normales no debería estar allí
- Carcinoma Hepatocelular
El 20% de los pacientes con Cirrosis desarrollan Cáncer Hepatocelular en el transcurso de los cinco años posteriores a su diagnóstico
Manejo Dietético y Fitoterapéutico:
El objetivo del tratamiento en la Cirrosis es evitar las complicaciones, reducir la progresión del daño hepático y mantener al paciente con la mejor calidad de vida posible, ya que no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad.
Esto se logra mediante una restricción hídrica a una ingesta de 1.200 ml al día. Dieta Hiposódica, Normocalórica, Normoprotéica, que debe ser individualizada para cada paciente, ya que puede requerir alimentación blanda por posibles trastornos de masticación o deglución.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en las hepatopatías en general ocurre un deterioro de la capacidad del hígado en el metabolismo de los carbohidratos, por lo que frecuentemente se desplaza la obtención de energía a partir de proteínas. Así que la pérdida de masa muscular (sarcopenia) es otra complicación nutricional de la Cirrosis.
La sarcopenia puede evitarse mediante dietas con proteínas ricas en aminoácidos de cadena ramificada (leucina, isoleucina y valina).
En cuanto a los fitoterapéuticos, todos los que ayuden en el proceso de respiración celular, son aptos para este tipo de pacientes: Ácido Álfa Lipóico, Ácidos Grasos de Cadena Media y Aceite de Krill.
En cuanto al tratamiento con medicina biológica debe ser individualizada para cada paciente, en mi experiencia clínica Guna 11 Liver ha sido de gran ayuda en el manejo de estos pacientes, ya que es un medicamento homeopático coadyuvante en el manejo de trastornos hepáticos tipo Insuficiencia Hepática, Hígado Graso y alteraciones de la vía biliar tipo Colelitiasis.