Cardiodiagnosis: diagnóstico de excelencia mediante técnicas de imagen cardíaca avanzada
La Cardiología es una especialidad que tradicionalmente ha estado bien dotada de pruebas diagnósticas, se ha visto enriquecida con la incorporación de nuevas técnicas que superan en precisión a los métodos convencionales de estudio de las Enfermedades Cardíacas
El diagnóstico de la enfermedad es un elemento determinante en el acto médico. La experiencia y habilidad del facultativo clínico son esenciales para una adecuada orientación de cada caso, pero con frecuencia se requieren pruebas complementarias para confirmar o descartar una sospecha diagnóstica y, en su caso, precisar las características del proceso y su pronóstico.
La Cardiología es una especialidad que tradicionalmente ha estado bien dotada de pruebas diagnósticas. A lo largo de la última década, no obstante, se ha visto enriquecida con la incorporación de nuevas técnicas que superan en precisión a los métodos convencionales de estudio de las Enfermedades Cardíacas. Como de la Resonancia Magnética (RM) y la Tomografía Computarizada (TC).
Efectivamente, la Cardio-RM y la Cardio-TC han demostrado en breve espacio de tiempo sus ventajas. Destaca su aportación en el estudio de la Cardiopatía Isquémica, principal preocupación de la Cardiología moderna, y en la que ambas resultan complementarias, al informar sobre la existencia de Lesiones Arteriales Coronarias por un lado (Cardio-TC), como sobre su impacto en la estructura o la función del corazón (Cardio-RM).
La experiencia acumulada con estas técnicas demuestra que permiten ir más allá del simple diagnóstico de un proceso, añadiendo información pronóstica y, en consecuencia, orientando hacia la instauración del tratamiento más eficaz.
Por desarrollados que estén los métodos diagnósticos, el proceso médico debe seguir centrado en el facultativo especialista, que indicará cada prueba con arreglo a la orientación clínica y valorará sus resultados.