Bebé Probeta: la alternativa para lograr ese Embarazo tan deseado

Bebé Probeta: la alternativa para lograr ese Embarazo tan deseado

Editado por: Amairani Rua el 21/10/2024

El término "Bebé Probeta" es un término coloquial y en cierta medida desactualizado para referirse a un bebé concebido a través de la Fecundación In Vitro (FIV).

 

Fertilización In Vitro ¿Qué es?

La Fertilización In Vitro (FIV) es una técnica con más de 30 años de existencia. El creador de este método ganó el Premio Nobel, lo que demuestra su relevancia en la medicina moderna. No es un experimento ni una creación artificial de humanos, sino un proceso natural asistido.


El proceso natural de ovulación

Cada mes, una mujer produce un folículo, similar a una uva, que crece y, al llegar la ovulación, libera un óvulo. Este proceso es comparable a la caída de una fruta de un árbol. Normalmente, una mujer produce un solo óvulo por ciclo, ya que el útero está diseñado para albergar un solo embrión. Aunque los Embarazos Gemelares son posibles, suelen tener complicaciones por falta de espacio.


Situaciones en las que la Fertilización In Vitro es necesaria

La Fertilización In Vitro se recomienda para mujeres que no tienen trompas de Falopio, enfrentan problemas de calidad de semen, tienen Endometriosis severa o son mayores de 40 años. En estos casos, la Fertilización In Vitro es una opción ideal para acelerar el proceso reproductivo.


Hiperestimulación Ovárica

En la Fertilización In Vitro, se busca producir la mayor cantidad posible de óvulos mediante una Hiperestimulación Ovárica. Esto implica administrar dosis hormonales más altas durante aproximadamente 10 días, lo que permite que los ovarios produzcan múltiples óvulos en lugar de uno solo. La cantidad de óvulos producidos varía según la edad de la paciente.


Captación de óvulos

Después de la estimulación, se realizan Ecografías para monitorear el crecimiento de los folículos. Una vez que alcanzan el tamaño adecuado, se administra un medicamento para madurar los óvulos. Luego, se extraen mediante un procedimiento guiado por Ecografía, en el cual se chuzan los folículos con una aguja para recolectar el líquido folicular y las semillas (óvulos).


Fertilización de los óvulos

Una vez obtenidos los óvulos, se procede a la Inseminación. Tradicionalmente, se colocaban los espermatozoides sobre los óvulos, pero ahora se utiliza la técnica de ICSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides), que consiste en inyectar un solo espermatozoide directamente en cada óvulo, asegurando una mayor precisión en la fecundación.


Desarrollo del Embrión

Después de la fecundación, los embriones se vigilan durante tres a cinco días. Durante este tiempo, algunos embriones continúan desarrollándose mientras otros no progresan. A medida que el embrión se divide y alcanza el estado de blastocisto, se vuelve más apto para implantarse en el útero.


Transferencia de embriones

Si se realiza una transferencia de embriones "en fresco", los blastocistos se introducen en el útero mediante un procedimiento similar a una citología. Alternativamente, si se desea analizar genéticamente el embrión para detectar anomalías como el Síndrome de Down o elegir el sexo del bebé, los embriones se congelan y se transfieren en un ciclo posterior.


Estudio Genético del Embrión

El Estudio Genético del Embrión implica tomar una muestra (Biopsia) del Blastocisto y congelarlo mientras se espera el análisis. Este proceso puede tardar entre 15 y 20 días. Luego, se seleccionan los embriones sanos y se transfieren en el ciclo siguiente.


Indicaciones para la Fertilización In Vitro

Inicialmente, la Fertilización In Vitro se realizaba principalmente en mujeres con problemas en las Trompas de Falopio, pero con el tiempo, se ha demostrado que también es efectiva en casos de factor masculino severo, donde la cantidad de espermatozoides es muy baja. Además, es una opción recomendada para mujeres mayores de 38 años con pocas semillas (óvulos), ya que aumenta las probabilidades de éxito al asegurarse de que hay óvulos disponibles.


Tasas de éxito de una Fertilización In Vitro

Las tasas de éxito de la Fertilización In Vitro dependen principalmente de la edad de la paciente. En mujeres menores de 35 años, las tasas de embarazo pueden llegar al 80%, mientras que, en mujeres mayores de 40 años, las tasas pueden disminuir al 20-25%. Para pacientes mayores de 42 años, la probabilidad de embarazo es muy baja, aproximadamente del 15%.


¿Cuáles son las complicaciones de la Fertilización In Vitro?

Una de las complicaciones más comunes de la Fertilización In Vitro es el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica, causado por la producción de un número elevado de óvulos. Sin embargo, los avances en los tratamientos de Fertilidad han reducido la incidencia de este síndrome en los últimos años.

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