Artroplastia de Rodilla
La rodilla es una articulación que se gasta con el uso del día a día, y la Artroplastia consiste en reponer esta articulación, sustituir la articulación gastada por una articulación protésica
La función principal de un Cirujano Ortopédico es la recuperación de las articulaciones lesionadas. En este caso, la rodilla es una articulación que se gasta con el uso del día a día, y la Artroplastia consiste en reponer esta articulación, sustituir la articulación gastada por una articulación protésica que nos va a permitir la funcionalidad total de la articulación y poder realizar una actividad totalmente normal en el día a día.
¿Qué pacientes deben someterse a esta cirugía?
Todos aquellos pacientes que sufren una Artrosis en la articulación o bien que han sufrido un traumatismo previo que les ha originado un desgaste de los cartílagos articulares y, en cualquier caso, aquellas personas que han perdido el eje de la rodilla y los tratamientos convencionales para recuperar los cartílagos articulares ya no son suficientes para tener una buena función articular.
¿Qué características tiene esta intervención?
La intervención de Prótesis de Rodilla consiste en la sustitución protésica de la articulación afectada. Es una cirugía que se realiza con Anestesia Epidural, normalmente a las 24 horas el paciente se levanta a deambular por la habitación ya cargando el peso del cuerpo sobre su rodilla protésica y normalmente a las 72 horas, ya con una deambulación bastante consistente, son dados de alta y continúan con la recuperación ambulatoria en casa.
¿Qué ventajas ofrece a los pacientes? ¿Tiene algún riesgo?
La Artroplastia total de Rodilla es una técnica que se tiene que utilizar ya cuando la situación articular es límite, por tanto, llega un momento en que el desgaste articular y la situación de los cartílagos de la rodilla aconsejan sencillamente reponer esa rodilla por una articulación artificial, porque no se puede ya regenerar ni se puede aprovechar la rodilla gastada, y en ese sentido tiene unas ciertas limitaciones en función de las características de los pacientes como pueden ser la edad, Enfermedades Concomitantes como la Diabetes o la Hipertensión, Trastornos de la Coagulación, etc.
No obstante, hoy en día con un estudio pre-operatorio correcto y ajustando la técnica a la mínima invasión y la mínima estancia posible, prácticamente la totalidad de los pacientes pueden ser beneficiados de esta cirugía.